Casa Encinos

Claudia Rodríguez y Rozana Montiel Estudio de Arquitectura nos platican sobre la Casa Encinos, proyecto que se integra con la naturaleza y promueve la sostenibilidad. 

Esta casa familiar de fin de semana está inmersa en un bosque de encinos ubicado en una reserva natural llamada El Peñón en Valle de Bravo, cerca de la Ciudad de México.

Fachada.
Ilustración: Marie Combette

El plan maestro de la reserva se basa en un diseño hidrológico sostenible que permite captar el agua de lluvia de la escorrentía a través de un sistema de caminos y drenajes que conducen el agua a una serie de pozas (jagüeyes). Estos depósitos de agua proporcionan el 30% del consumo anual de agua de cada casa.

El 70% restante depende del sistema de recolección y almacenamiento de agua de lluvia propio de cada casa. Con el fin de respetar la vegetación y promover la conexión con la naturaleza manteniendo un interior seco y térmico, la casa se construye sobre pilotes y articula su programa en plataformas, puentes y volúmenes que se entretejen en los claros del bosque.

Terraza.
Fotografía: Sandra Pereznieto.

El agua de lluvia se recoge en los techos, se filtra y se conduce a las cisternas. Luego, por gravedad, el agua recolectada es suministrada a las áreas húmedas de la casa. Todas las aguas residuales se dirigen a una planta de tratamiento de agua que abastece a una pequeña cisterna dedicada al riego. El resto de las aguas residuales se infiltran en el suelo o mediante riego por goteo.

El programa fragmentado de la casa integra un sentido de aventura que juega con el descubrimiento de espacios y permite una experiencia lúdica del paisaje sin perder su funcionalidad y contemporaneidad. Sus desniveles, terrazas y puertas correderas generan espacios flexibles que pueden convertirse fácilmente en espacios interiores o exteriores relacionados con la vegetación circundante.

Casa Encinos.
Fotografía: Sandra Pereznieto

Los interiores de esta casa en el bosque alternan madera laminada y paredes de estuco con aislamiento térmico que crean un ambiente contemplativo y acogedor. El programa exterior independiente incluye caminos al bosque, una sala de visitas, un parque infantil y un huerto. La ventilación cruzada y la luz natural generan un microclima que mantiene la temperatura fresca y confortable. Su construcción en madera laminada genera una mínima huella de carbono.

El proyecto en su conjunto hace que el paisaje sea parte del programa. Como una casa en el árbol, los espacios habitables son una fuente de nuevas experiencias que, junto con los recorridos y los múltiples espacios habitables, rompen con la rutina diaria de la típica casa urbana.

Vista aérea.
Fotografía: Sandra Pereznieto.

Landscape Design: Estudio OME: www.estudioome.com