Refugios sonoros: ¿Por qué tu ciudad necesita un Audiorama?

En Refugios sonoros: ¿Por qué tu ciudad necesita un Audiorama?, Andrea Conde reflexiona sobre la necesidad de crear espacios públicos que funcionen como umbrales de silencio, donde música y lectura se entrelacen para generar atmósferas contemplativas que inviten a la pausa y nutran nuestra creatividad cotidiana.

“Tengo la naturaleza, el arte y la poesía, y si eso no es suficiente, qué es?” – Vincent van Gogh

Dentro de un ambiente urbano, necesitamos espacios donde el ruido se apague y podamos escucharnos de verdad. Lugares que inviten a la pausa, donde la mente respire, las ideas florezcan y recordemos, sin prisas, que somos humanos: únicos, sensibles y profundamente creativos.

Hombre de la tercera edad leyendo en el espacio público / Old man reading outdoors
Fotografía / Photography: vía Canva

En una sociedad donde la atención y la recepción de información es cada vez más limitada, la música (con la curaduría adecuada) en combinación con la lectura, pueden representar un dúo potenciador para mantener el enfoque en una sesión recreativa y de relajación.

Hoy por hoy, existen infinidad de tipos de espacios que nos brindan bienestar. Sin embargo, uno ha llamado mi atención particularmente, y este es el concepto del “Audiorama”. Un espacio al aire libre inmerso en la naturaleza, o bien dentro de un parque, el cual se enfoca en fusionar las áreas verdes, el descanso, la lectura y la música en un solo lugar como si se tratara de un oasis relajante.

Gente descansando. Audiorama de Chapultepec. / People resting. Chapultepec’ s Audiorama.
Fotografía / Photography: Flickr

En la Ciudad de México podemos ver varios ejemplos. El más representativo es el Audiorama del parque de Chapultepec. Fundado en 1972 y ubicado en donde según los mexicas en la época prehispánica, se encontraba la cueva que conducía a Mictlán, considerado un portal entre los vivos y los muertos. Este espacio es uno de los primeros en el país y posee una selección musical que cambia cada día, la cual va desde música clásica, hasta new wave y jazz.

Persona observando libros. Audiorama de Chapultepec. / Person looking at books. Chapultepec ‘s Audiorama.
Fotografía / Photography: Gobierno de la Ciudad de México

Dentro del mismo se pueden observar plantas silvestres, árboles frutales y arbustos de diferente tipo. A su vez, es posible pedir libros prestados de manera gratuita para leer en el lugar.

Otro gran ejemplo es el audiorama del Parque México en la alcaldía Cuauhtémoc, este espacio es muy especial pues anteriormente estaba abandonado y gracias al interés de los vecinos, fue posible rehabilitarlo y convertirlo en un lugar de disfrute y relajación. Al igual que el anterior, este espacio también cuenta con una curaduría musical, así como con una pequeña biblioteca como parte de una iniciativa vecinal y de colectivos de lectura aledaños.

Leyendo en el Audiorama del Parque México / Reading at the Audiorama in Parque México
Fotografía / Photography: Eneas de troya via Flickr

Los audioramas resignifican la manera en la que empleamos nuestro tiempo libre, me imaginaba lo que sería tener un sitio como este en alguno de los parques más significativos de mi ciudad, pues sin duda llamaría la atención de otros jóvenes y personas de todas las edades que busquen pasar un momento de desconexión, permitiéndose reconectar con la naturaleza y nuestras partes más creativas. 

Los audioramas resignifican nuestro tiempo libre, permitiéndonos desconectar, para reconectar con la naturaleza y nuestras partes más creativas.

Disfrutando de la lectura / Enjoying a good read
Fotografía / Photography: Eneas de troya via Flickr

Por último, creo que vale la pena abrir conversación sobre estos temas. Al poner en palabras nuestras ideas sobre la ciudad, no solo expresamos lo que necesitamos, sino que también sembramos conciencia en otros. Así, poco a poco, empezamos a imaginar colectivamente espacios que respondan a nuestros deseos de bienestar, creatividad y conexión. Porque al final, un parque también puede ser un reflejo de lo que somos y de lo que anhelamos como comunidad.

Lee bajo un árbol / Read under a tree
Fotografía / Photography: Erick Scheel via Flickr