La madera en los muebles de exterior
Fotografía: Juan Gabriel Peón
Pocos son los materiales tan agradables, tanto a la vista como al tacto, como la madera. Cálida y natural se antoja usarla en todos lados y por supuesto, el patio no es la excepción. Este material vivo, armoniza y envejece como todo lo orgánico y, por lo tanto, interactúa fuertemente con su ambiente.
Hay que considerar que la elección del mobiliario de madera para exteriores, ya sea en una terraza techada o no, una piscina o un jardín, deben ser cuidadosamente escogidos, pues estarán más o menos expuestos al sol y a la humedad. Ambos, elementos enemigos de nuestro material en cuestión.
Las condiciones extremas del clima de Yucatán, nos obligan a ser más cuidadosos al utilizar la madera en el exterior, ya que los rayos ultravioleta son agresivos, tanto como la humedad relativa del ambiente. Puesto que es un material higroscópico, su volumen cambia según la cantidad de agua que absorbe o desaloja, en relación con la humedad relativa del lugar donde se encuentra, provocando distorsiones, tales como rajaduras, pandeos, encogimientos, etcétera. Para evitarlas, la madera debe estar seca, es decir, con un contenido de humedad que oscile entre un 10 y un 15%. De esta forma, se puede tener un control mecánico y dimensional del material. No todas las especies de madera son capaces de resistir el sol, la humedad y el ataque de insectos y organismos.
En la región existen especies cuyas características las hacen estables y resistentes, y por tanto, adecuadas para su utilización para muebles de exterior, su elección depende en buena medida del diseño del producto. Éstas pueden ser suaves como nuestro cedro (Cedrela odorata) y nuestra caoba (Swietenia macrophylla) o duras como el machiche (Lonchocarpus castilloi) y el jabín (Piscidia piscipula), entre otras.
La teca (Tectona grandis), originaria de las Indias orientales, es incomparable para el uso en exterior, por su gran estabilidad, auto-lubricación, ligereza y fácil maquinado. En el diseño y fabricación de bancas, sillas, asoleaderos o mesas, es indispensable considerar que las juntas y los ensambles deben ser articulados para resistir los movimientos del material, ocasionados por su exposición a los elementos climáticos; es decir, es conveniente permitir que la madera trabaje libremente sin esforzarse.
“Los muebles de madera en nuestros exteriores, requieren de tres elementos fundamentales: la elección de la madera adecuada, un diseño que considere las características del material y un mantenimiento constante.“
Para mantener los muebles en buen estado, se requiere de un recubrimiento que los ayude a mantener su color, que los hidrate y los proteja del agua. Para este fin, deben utilizarse productos que no formen una película rígida que se rompa con el movimiento de las fibras de la madera. La continuidad en la aplicación de estos productos depende de su calidad.
Para prolongar la vida de los muebles de exterior, es conveniente cubrirlos utilizando textiles acrílicos, especialmente diseñados para soportar el medio ambiente; usándolos en la tapicería o como forros completos, funcionan como cubiertas ideales cuando los muebles no están en uso y durante las peores horas del día.