El Agavario de Xoclán, una ventana al universo ancestral del henequén
Juan Pablo González Negrete en su artículo nos platica sobre el Agavario de Xoclán, una ventana al universo ancestral del henequén ubicada en el Parque Arqueo-ecológico de Xoclán.
Inmerso en el pulmón verde del Parque Arqueo-ecológico de Xoclán, ubicado en Mérida, específicamente en la esquina suroeste del esparcimiento urbano Jardín Bepensa, existe una plantación temática que alberga 4 diferentes cultivares de henequén y que promueve nuevas formas de jardinería sustentable, pero sobre todo hace honor al redescubierto henequén verde, conocido como Agave sisalana. Esta planta, comúnmente llamada en Yucatán con el nombre maya ya’ax-ki, permaneció olvidada por casi dos siglos, y no fue sino hasta el 2018 que el doctor Jorge Carlos Trejo Torres comenzó una investigación al respecto, que reveló el reencuentro del henequén verde en la península, especie conocida alrededor del globo gracias a Henry Perrince, cuando exportó la especie a la Florida en 1833.
Después de un proceso muy minucioso de investigación, el henequén verde recuperó su lugar dentro de las especies nativas de Yucatán, razón por la cual nace la idea de hacer un agavario, cuyo objetivo era dignificar la especie que por tanto tiempo se había dado por perdida. En el interior del parque Jardín Bepensa, se abre camino al jardín temático del Agave.
Este sendero es dirigido por un conjunto de plantas de hoja ancha o mesófitas (adaptadas a condiciones de humedad media) y por árboles que les aportan sombra necesaria para su sostenimiento. Aquí brotan llanamente un par de especies Agave angustifolia var. angustifolia (chelem) y Agave fourcroydes (henequén blanco), que complementan y acompañan al verdadero protagonista de la historia de este lugar.
Dos calzadas conducen hacia el centro del jardín donde se presenta honorablemente al intérprete de esta exposición, el henequén verde que, junto con plantas de espinas, suculentas y rosetófilas hacen una muestra de especies xerófitas, trazando los límites del terreno. Al elevar la mirada, en el atrio del jardín, se abren las copas de los árboles que permiten admirar el cielo raso.
Cuando se hizo la planeación del proyecto se buscó que los jardines fueran coronados por la belleza natural del lugar, por esto, la línea del arbolado acepta el resguardo de todo tipo de plantas y a su vez permite la integración con la atmósfera que lo rodea. Con base en ciertos criterios, se realizó la zonificación para los módulos que se proyectaron; se observaron los límites y la configuración del terreno, pero sobre todo se reconoció la flora existente.
Cabe destacar que, en Yucatán, se le conoce desacertadamente como “maleza” a la vegetación que germina y crece en las zonas baldías sin los cuidados del ser humano; esta clasificación no hace distinción entre los tipos de plantas, ya sea en perjuicio o beneficio del ecosistema. Debido a esto, se preservaron algunas plantas que fueron provechosas para el proyecto.
El diseño de la vegetación está compuesto de capas, que constan de: aéreo, el arbustivo y el herbáceo; éstos discurren en una jardinería regenerativa que promueve la biodiversidad al proveer cobijo a la fauna local y al aportar el sustrato adecuado para diversas especies. En la esquina noreste del agavario, junto a un edificio contemporáneo, crece (no tan espontáneamente) un jardín silvestre, con trazos fáciles de reconocer, parecidos a los jardines tradicionales.
Este módulo se camina por una vereda que recorre plantas florales y aromáticas, como Aphelandra scabra, Salvia coccinea, Hamelia patens, Croton peraeruginosus, Malvaviscus arboreus, Zapoteca formosa, Lantana canescens, Stachytarpheta jamaicensis, Andropogon glomeratus entre otras, que por sus fragancias y colores generan un vínculo inmediato con el visitante.
En dirección hacia el sureste, en la parte más inclinada de la propiedad, el jardín cambia sutilmente a un ambiente húmedo, de plantas mesófilas. A través de este módulo, la escorrentía sigue su cauce hacia el precipicio. Un ejemplo de la intervención realizada por el equipo de trabajo fue la aplicación de taludes de piedras, tanto para evitar el deslave del sustrato como para poder contener los nutrientes en su lugar.
Algunas de las plantas que crecen ahí son Crinum erubescens, Hymenocallis caribaea, Hymennocallis littoralis, Zephyranthes orellanae, Anthurium schelchetendalii, entre muchas otras. Lo más impactante del agavario son las vistas que ofrece. La periferia del terreno es definida por un jardín xerófito, donde los arbustos y los árboles abren ventanas hacia el horizonte, en el que se puede observar exuberante vegetación que forma parte de los bosques de Xoclán, único en su tipo dentro de la ciudad.
Los bordes del parque están constituidos por una sascabera que fue explotada y abandonada hace algunas décadas, y que actualmente enriquece el paisaje naturalizado. Este ecosistema ha transformado genuinamente el terreno, ya que la naturaleza ha creado un hábitat silvestre que va cambiando conforme el tiempo transcurre. Las vistas son un anfiteatro que enaltece la tierra y el cielo, y en pocos lugares se puede observar una escenografía que abarque todos los aspectos del paisaje, incluyendo los astronómicos. De hecho, los límites del agavario terminan hasta donde la mirada puede alcanzar.
El diseño de este proyecto logra una transición de manera extraordinaria entre lo antropogénico y lo nativo, pues interactúa con un ecosistema que resguarda, a la fecha, más de 480 plantas con 137 especies de 48 familias botánicas, de las cuales son 12 especies endémicas, exclusivas de la penínsulade Yucatán. Su objetivo es promover una nueva forma de crear espacios verdes regionales, que aporten una visión más sustentable, coexistiendo en armonía con la vida moderna.
La realización del Agavario es un logro de la Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida (2018-2021), la GIZ (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable) y la Compañía y Fundación Bepensa. Contribuyeron al proyecto el Dr. en Biol. Jorge Carlos Trejo Torres, la Mtra. María Teresa Solís Trejo, los Sres. Scott y Angela Damman, el Arq. Rodrigo Escamilla Pérez, el Biol. Gaspar Mauricio Puerto Graniel y el Ing. Andrés Jiménez Peniche.
Créditos
Concepto original: Dr. Biol. Jorge Carlos Trejo-Torres
Colaboración: Mtra. María Teresa Solís Trejo, Scott & Angela
Damman. Dr. Biol. Jorge Carlos Trejo Torres
Diseño Paisajístico y Proyecto paisajístico: Arq. Rodrigo Escamilla
Pérez, Dr. Biol. Jorge Carlos Trejo Torres, Ing. Andrés Jiménez
Peniche, Biol. Gaspar Mauricio Puerto Graniel
Implementación y Mantenimiento: Ing. Andrés Jiménez Peniche,
Dr. Biol. Jorge Carlos Trejo Torres, Biol. Gaspar Mauricio
Puerto Graniel, Arq. Rodrigo Escamilla Pérez
Producción y realización: Unidad de Desarrollo Sustentable
– H. Ayuntamiento de Mérida 2018-2021, Fundación Bepensa,
GIZ (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable)