
La montaña; una visión desde lo alto
Ivonne Walls nos introduce al mundo del paisaje montañoso, resaltando las características más esenciales e importantes de este entorno, para poder crear consciencia sobre su relevancia en el mundo, en La montaña; una visión desde lo alto.
Las montañas no son solo elementos fijos del paisaje, son regiones que proporcionan servicios ecosistémicos cruciales para sus habitantes y las poblaciones circundantes de las tierras bajas. Como prácticamente todos los tipos de paisaje, múltiples factores antropogénicos, como el cambio en el uso de la tierra, el cambio climático, la sobreexplotación y el crecimiento de la población, han afectado gravemente a este tipo de terreno.
Sus principales características son una altitud y relieve accidentado que tiende a temperaturas más frías y lluviosas y a condiciones de vida más difíciles. Cuenta con distintos tipos de vegetación a diferentes alturas que van, desde bosques densos hasta tundras alpinas. Además, sus propias características morfológicas, con cambios abruptos en altitud y forma, conllevan a la erosión, desprendimientos y riesgos como deslizamientos de tierra, avalanchas y aparición de grietas.

Donde despierta el horizonte / Where the horizon awakes
Fotografía / Photography: Johanna Meza Hernández
Generalmente los accesos a este tipo de paisaje son complicados debido a lo agreste del terreno y la poca infraestructura. Es difícil llevar sistemas de luz, redes inalámbricas, drenaje y otros servicios a estos lugares. Sin embargo, las poblaciones que habitan en montañas han desarrollado estrategias específicas para sobrevivir en estos entornos hostiles y a convivir con la fauna silvestre y con las dificultades que ello implica.
El paisaje de montaña es un ecosistema único que desempeña un papel fundamental en el equilibrio ambiental y en la vida de muchas comunidades.
Su importancia y puntos principales incluyen:
Regulación del agua: Son fuentes principales de agua dulce, proporcionando ríos y corrientes que abastecen a millones de personas (e incluso de cultivos de riego), a través del escurrimiento de las lluvias por sus laderas o del deshielo de sus picos cuando entra la primavera con sus climas más cálidos.

Laguna del Inca / Inca Lagoon
Fotografía / Photography: Ricardo Medina
Biodiversidad: Albergan una gran variedad de flora y fauna adaptadas a condiciones extremas, siendo el hábitat de especies animales y vegetales que no podrían vivir y desarrollarse en otro ambiente.
Clima y estabilidad ambiental: Ayudan a regular el clima, influyendo en patrones de lluvia y temperaturas, además de servir como barreras naturales contra huracanes, tormentas y otros fenómenos.
Recursos naturales: Contienen minerales, madera y otros recursos esenciales para la economía que, bien regulados, proveen recursos renovables fundamentales para la vida del ser humano.
Turismo y cultura: Son destinos clave para el ecoturismo, el senderismo y el alpinismo, además de tener un valor cultural para muchas comunidades autóctonas y tradicionales, como el caso de los Rarámuris o Tarahumaras en México.

La fuerza del paisaje / The force of the landscape
Fotografía / Photography: Gabriela Angeles
Actualmente, en varios países del mundo como Estados Unidos, China, Suiza y otros lugares se están llevando a cabo estudios en regiones montañosas de todo el mundo, con el objeto de proporcionar nuevos conocimientos sobre los sistemas socio ecológicos y examinar el trascendental papel de las áreas protegidas, así como buscar herramientas y métodos novedosos, para hacer frente mejor a los desafíos actuales y futuros de estos inhóspitos, pero enormemente atractivos paisajes. Además, los estudios hacen hincapié en la rehabilitación y conservación de las características ambientales y culturales específicas de las regiones montañosas.
Aunque los sistemas socio ecológicos de montaña difieren mucho de un continente a otro y de una cultura a otra, las contribuciones de diferentes investigadores sobre este tema sugieren que todas las regiones montañosas del mundo son particularmente vulnerables a las presiones antropogénicas, por lo que es necesario establecer lineamientos específicos por parte de los gobiernos locales para cada montaña o sistema montañoso.

Los colores de la Mixteca Alta / The colors of the Mixteca Alta
Fotografía / Photography: Medrano Santillán Sofía
Una de las principales propuestas aboga por la diversificación de los ecosistemas como una de las vías sostenibles para fortalecer su protección y conservación. Otra sugerencia es una mejor integración de las comunidades locales en la toma de decisiones mediante el uso de los conocimientos de las partes interesadas locales, que tomen en cuenta la percepción de sus habitantes.
En cuanto a nuestra percepción cuando vivimos y recorremos un paisaje montañoso, la experiencia nos permite sentir que tocamos el cielo desde sus cumbres, que nos acercarnos al espacio, al infinito. Opuesto a lo que ocurre con el mar, donde la sensación es de inmersión a la profundidad y a las profundidades de la tierra, las cimas de las montañas nos lanzan hacia el espacio y hacia la luz.
Desde su partes medias y altas podemos descubrir un mundo diferente, visto “a ojo de pájaro”, un paisaje que se observa desde lejos y que queda por debajo de nosotros. Ese cambio de escala en la percepción nos hace vivir una experiencia única de libertad y de triunfo.

Panorámica Cima del Nevado de Toluca / Panoramic Summit of Nevado de Toluca
Fotografía / Photography: Xocoyotzin Morales
Aunque solo se pasee por este tipo de paisajes sin llegar a su punto más alto, el hecho de recorrer los senderos, escuchar las aves y otros seres que ahí habitan, visitar un lago o una cascada, llegar a una ermita o un refugio, acampar a la luz de las estrellas es algo inolvidable.
Contemplar la vida que hay en ella, su flora y fauna, escalar sus paredes rocosas y disfrutar de la inenarrable sensación que supone coronar su cumbre, son cosas que nos gusta sentir de la montaña, que, como un ser vivo que es, está en perpetuo cambio y nunca es igual.
Contemplar la vida que hay en ella, su flora y fauna, escalar sus paredes rocosas y disfrutar de la inenarrable sensación que supone coronar su cumbre, son cosas que nos gusta sentir de la montaña.
Cada montaña es única y diferente. Cada una tiene su propia morfología y personalidad; las hay altas y bajas, anchas y estrechas, con bosques o sin ellos, áridas y secas o frescas y húmedas. Hay montañas de arena, rocosas o de hielo, algunas famosas donde acuden miles de personas, otras son auténticas maravillas que aún están por descubrir, algunas son fáciles y agradecidas, otras son difíciles y motivadoras, algunas son generosas y nos ofrecen un gran espectáculo, mientras otras, indómitas, nos muestran su cara más amarga y terrible.

Montañas de ensueño / Dream mountains
Fotografía / Photography: Gil CasRam
Son precisamente todos esos factores los que las hacen atractivas y atrayentes, al grado de que miles de escaladores y alpinistas arriesgan sus vidas continuamente con el único fin de vencer y disfrutar de este desafiante paisaje.
Aún si no las visitamos directamente, sus perfiles, recortados nítidamente sobre el horizonte, son puntos de referencia que dan identidad y sentido al lugar que pertenecen. Son testigos inamovibles que nos guían y acompañan a la distancia y que muchas veces nos recuerdan quienes somos y en dónde estamos.