Un pequeño estanque en casa

Este elemento aporta belleza y calma al jardín, es una oportunidad para disfrutar observando el crecimiento de plantas y pequeños animales acuáticos.

UBICACIÓN Y PROFUNDIDAD

Debe situarse en un lugar con poco movimiento peatonal que reciba 5 horas o más de sol al día, los rincones apartados del jardín son ideales.

La profundidad asegura la estabilidad de la temperatura del agua, en climas extremos (ya sea por frío o calor) se requiere un mínimo de 60 cm de profundidad; para climas con temperaturas moderadas, que no rebasan los 30°C, una profundidad de 40 cm es suficiente.

En cualquier caso la profundidad no debe ser mayor de 1 m.

Fotografía: Molino Lab

Usa una pequeña pala, un pico y un rastrillo para este proyecto, piedras de río de diferentes tamaños, roca volcánica o tezontle y solución anticloro para estanques.

MATERIALES

Utilizar un tambor o tonel de plástico es una de las formas más simples de contener el agua, es un material muy resistente y puedes obtenerlo del reciclaje (asegúrate de que esté libre de residuos antes de comenzar a trabajar), córtalo a la altura que necesites para darle al estanque la profundidad adecuada de acuerdo al paso anterior (en nuestro ejemplo le dimos una profundidad de 60 cm debido a las altas temperaturas de la Península de Yucatán). 

Ilustración: Bettina Vargas

PALNTAS Y PECES

Necesitarás plantas terrestres para decoración exterior, una planta acuática palustre, una planta acuática sumergida rastrera, una planta acuática flotante (en el mapa de plantación puedes consultar las especies que utilizamos), así como algunos ejemplares de peces que no rebasen los 10 cm como por ejemplo guppys (Poecilia reticulata), mollys (Poecilia sphenops) o gambusias (Gambusia yucatana).

Una vez en el estanque, los peces obtendrán su alimento de la naturaleza, ayudándote a eliminar insectos como mosquitos en estados larvarios.

Guppys (Poecilia reticulata) Fotografía: Animales.uncomo.com

Mollys (Poecilia sphenops) Fotografía: C. Moormann, 2010

Con la pala haz un agujero de una profundidad de 10 cm menor a la altura total del tonel. Con el pico retira las piedras que puedan dañar el contenedor.

Fotografía: Molino Lab

Introduce el tonel. Con la pala y el rastrillo rellena con tierra alrededor para que quede firme en el lugar.

Un borde de 10 cm del tonel quedará por encima del nivel de la tierra, esto evita que durante las lluvias intensas las piedras, tierra, hojas y otros elementos entren al estanque.

Fotografía: Molino Lab

Vierte el pequeño saco de roca volcánica o tezontle hasta que hayas creado una capa de entre 5-10 cm de profundidad.

Este material de fondo propicia el crecimiento de las bacterias responsables del ciclo de la nitrificación.

Fotografía: Molino Lab

Llena el tonel con agua hasta el borde. Añade el anticloro siguiendo las instrucciones del fabricante.

Esta solución protege a los peces de los efectos dañinos del cloro que pueda contener el agua.

Fotografía: Molino Lab

Introduce las plantas al agua, cuidando que cada planta quede al nivel adecuado. Cada una irá plantada en una maceta con tierra.

La planta palustre debe tener sus hojas fuera del agua, para ajustar su altura puedes poner debajo otra maceta de plástico.

Fotografía: Molino Lab

Coloca en el agua la planta acuática flotante, sus hojas deben estar en la superficie; si alguna queda ligeramente por debajo, no te preocupes, crecerá rápidamente hasta alcanzar la superficie. 

Fotografía: Molino Lab

La planta acuática rastrera irá completamente sumergida.

Con tu dedo inserta sus raíces en el sustrato y ponle una piedra pequeña encima para que se mantengan fijas, al crecer las raíces buscarán el sustrato para aferrarse. 

Fotografía: Molino Lab

Planta alrededor del estanque diversas especies vegetales, te recomendamos que las hojas de las especies acuáticas y terrestres sean similares, creando continuidad entre el estanque y sus alrededores, disimulando el borde.

Fotografía: Molino Lab

Acomoda las piedras de río entre las plantas creando tu propio diseño, juega con la variedad de colores, formas y texturas de las rocas para llenar el espacio con la belleza de estos elementos naturales. 

Fotografía: Molino Lab

Remoja la bolsa en la que hayas transportado los peces dentro del agua del estanque por lo menos 30 minutos; esto ayudará a que los peces se adapten a la temperatura de su nuevo entorno.

Al cabo de dicho lapso, abre la bolsa y sumérgela para que los peces salgan por sí solos. 

Fotografía: Molino Lab

Para mantener hermosas las plantas de tu estanque, una vez al mes abona la tierra de las macetas sumergidas, enterrando una pastilla de fertilizante para plantas acuáticas.

Fotografía: Molino Lab

Las especies vegetales y los peces se encargarán de filtrar los residuos del agua equilibrando rápidamente este pequeño sistema acuático.

Fotografía: Molino Lab