El tercer tren

Gilles BRUSSET nos habla sobre su proyecto “El tercer tren”, un lugar de contemplación, meditación y celebración de la vida.

El claro del Armisticio, en el Bosque de Compiègne, es uno de los sitios más significativos de la Primera Guerra Mundial. Ahí se firmó el Armisticio, el 11 de noviembre de 1918, en un vagón de tren, hoy mundialmente conocido.

El jardín del tercer tren, diseñado por el paisajista Marc Blume, el artista Gilles Brusset y la arquitecta Francesca Liggieri, es un proyecto franco-alemán que se desarrolla alrededor de la alameda que une el aparcamiento con el calvero, convirtiéndolo en un paseo memorable antes de descubrir el Lugar del Armisticio.

El tercer tren
Fotografía: Pierre-Yves Brunaud

Dentro de la maleza, los tres diseñadores pensaron en un paralelismo simbólico y plástico entre las estelas de las trincheras de la Gran Guerra y las formas dibujadas por los filamentos de la red micelar. Siguiendo este patrón, los caminos del jardín se abren paso sinuosamente entre el follaje, creando áreas redondeadas y plantadas, donde se pueden ver diferentes esencias del bosque. Sumándose a este laberinto que conduce al descubrimiento de la maleza, un banco alargado atraviesa el jardín e invita a la contemplación.

Espacio para la contemplación
Fotografía: Pierre-Yves Brunaud

El jardín del tercer tren es un jardín de maleza que abraza la inmensidad del humus. Asume la percepción de los visitantes a través de su movimiento en el espacio y fomenta el descubrimiento de un lugar tranquilo al ofrecer caminos nuevos, retorcidos y aleatorios. El espacio se produce como un tercer componente entre los árboles y las personas: un vínculo que asocia contemplación, meditación y celebración de la vida.

El tercer tren
The third train