El jardín de los sentidos, campus de la Universidad Jaume I. Castellón

“No están aquí desnudas las márgenes de los campos; la vista, el olfato y el gusto experimentan sensaciones deliciosas, los grana- dos, perales, membrilleros y otros árboles sirven de pilares, donde las parras se afianzan para formar mura- llas de pámpanos y uvas… parece un conjunto de deliciosos jardines.”
– Cavanilles. Observaciones.

El proyecto busca conformar el bulevar central del Campus, inserto en una estructura axial, en un espacio ameno, diverso, vivido y docente, lugar propio para el disfrute de los sentidos; dentro de una particular interpretación de la geometría existente y del material botánico mediterráneo propio de la zona. Se configura como un parque lineal o una sucesión de jardines, donde existan lugares de paseo, de estar, de recreo, sin perder -como debe ser con cualquier elemento de la Universidad- su papel de aproximación al conocimiento

Su trazado direccional y ascendente se estructura en seis cuerpos articulados por andenes diferenciados y alternativos, a los que se pretende dotar de cierta complejidad; un sistema planimétrico y de volúmenes, con la propuesta de espacios diferenciados, paseos y andenes alternativos, lugares de estar en grupo o aislado. La idea no es ajena a la búsqueda de una perspectiva final donde confluyan y tengan un especial protagonismo en su día las masas vegetales a gran escala, proporcionando un crescendo entre el inicio y el final.

El aprendizaje a través de los sentidos nos guía en las decisiones de proyecto y da nombre al mismo. Configura un recorrido cambiante en cada uno de los tramos donde las especies utilizadas siguen una ley lógica reconocible en el mundo botánico y no ajena al disfrute sensual.

Están representados cada uno de los sentidos en una serie de jardines conectados entre sí por la forma y la botánica, donde la materia vegetal y la mineral tendrán especial protagonismo; así, árboles, arbustos, frutos, hojas, cortezas, pero también el agua, las piedras en sus diversas naturalezas y presentación, son el material del cual disponemos. Los jardines tomarán formas diversas y se eligirán colecciones botánicas distintas, según se quiera oír, ver, tocar, oler o gustar. Elementos sonoros, texturas diferentes y una amplia gama de sabores y aromas se irán sucediendo para terminar, en el tramo frente al ágora, con las plantas más altas, de coloridos contrastados e impactantes.

Tratamiento paisajístico

La potenciación de cada uno de los sentidos en cada parte del bulevar se ha realizado poniendo especial atención en la elección de especies, siguiendo el criterio de que estén representados diferentes hábitats del paisaje de la provincia de Castellón, pero sin que pierda por ello la necesaria unidad y coherencia que tiene el lugar en el conjunto del campus requiere. Así, la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, estarán representados en esquemas independientes pero conectados botánica y formalmente con los tramos contiguos.

El olfato

Es el área de las plantas aromáticas y medicinales más comunes en el territorio; colecciones representativas de la flora de los montes cercanos. El esquema de plantación se basa en una cuadrícula donde queden debidamente catalogadas, alternando con naranjos ornamentales pequeños que den consistencia al conjunto y aporten el aroma de su azahar. En paralelo y separada por el andén principal, se diseña una rosaleda que nos dará además de su aroma, una variedad cromática que compensará la humildad de las flores aromáticas.

El gusto

Una plantación de frutales: granados, perales, péndulos, cakis, cerezos, membrilleros, almendros, se han seleccionado entre los frutales de la tierra que a su vez tienen mayores cualidades plásticas o cuya floración y fructificación es escalonada. El olivo nos conectará el gusto indudable de su fruto con la textura de sus troncos retorcidos, y nos introducirá en el jardín del tacto.

El tacto

El jardín da cabida a aquel mundo vegetal descrito por Cavanilles. Encinas, nogales, almeces, robles, hayas, enebros, palmitos, acebos, lentiscos, etc. Estos muestran unos ejemplares naturales en contraste con la vegetación más domesticada de las otras zonas.

Gusto
Fotografía: VAM10 arquitectura y paisaje

 

El tacto bosque mediterráneo
Fotografía: VAM10 arquitectura y paisaje

El oído

Pinos, populus, bambusas, los nidos de pájaros y el agua en sus diversas configuraciones: acequias, estanques con batracios, etc, inciden sobre el oído.

La vista

Como tributo a la vista se ofrece un mundo vegetal espléndido de las coníferas en sus diversas variedades y colores, junto a árboles de hojas o floración intensa.

Oído
Fotografía: Joan Roig