El paisaje y el ser humano
Aprende con Ricardo Riveros Celis sobre un binomio inseparable “El paisaje y el ser humano”, y por qué la Arquitectura del Paisaje es la profesión para un futuro mejor.
El Ser humano y el paisaje; conceptualmente un binomio inseparable. “Hay paisajes porque hay personas”¹ nos señala el destacado investigador argentino Lucas Períes, aludiendo claramente a la construcción cultural del concepto paisaje y por ende, a la necesidad de percibirlo por parte del ser humano, quien reflejará todo su acervo cultural en la construcción intelectual del paisaje.
De este modo, los paisajes adquieren atributos que podemos clasificar como características urbanas, rurales e incluso naturales, si el paisaje se acerca a lo que podemos imaginar como naturaleza. Si consideramos que los elementos ecológicos del paisaje, como la vegetación, el agua o la fauna predominan, es posible comprender aquel común y contradictorio término de “paisaje natural”. Tal vez esto último sea uno de los más potentes anhelos que esperamos nosotros los seres humanos: observar, disponer y vivenciar paisajes naturales en nuestras ciudades, o mejor dicho, disfrutar de paisajes con predominancia de factores o elementos ecológicos a nuestro alrededor.
Lo anterior nos lleva a pensar en la posición del Ser humano en el orden planetario. ¿Seguiremos estando fuera de la naturaleza y de sus procesos ecológicos como lo ha planteado el modelo domi-ante, o bien seremos capaces de des-aprender y re-aprender para situarnos como parte de la naturaleza y sus procesos? Este último camino nos lleva a pensar en relacionarnos con el planeta a favor de sus procesos, lo cual implica –entre otras cosas- diseñar nuestras ciudades tomando en cuenta los procesos ecológicos que ofrecen los ecosistemas donde están situadas y por tanto –en contexto de cambio global, crisis climática y de biodiversidad²- diseñar soluciones basadas en la naturaleza. Nuestro rol como seres humanos es tomar conciencia de esto y promoverlo. Adaptarnos a esta realidad.
Esto último nos acerca a la Arquitectura del Paisaje y a su objetivo contemporáneo y global de naturalizar las ciudades –y ruralidades- mediante el diseño de los espacios exteriores. Nuestro papel como Arquitectos del Paisaje va más allá de la conciencia, guardando relación con la labor de comprender, mantener y propiciar a través de nuestros proyectos, los procesos ecológicos y sus servicios ecosistémicos. A la vez que promovemos comunidades vibrantes, con respeto a sus identidades y con valoración de lo estético desde su significado y percepción. Lo anterior, a través de objetivos y tareas claras con la ciudadanía, en la educación y en lo profesional. Comprender la frase: “La arquitectura del paisaje no sólo es la profesión del futuro. Es la profesión para un futuro mejor”³ adquiere más importancia que nunca.
“La arquitectura del paisaje no sólo es la profesión del futuro. Es la profesión para un futuro mejor.”³
Desde el ámbito comunicacional, canales como LANDUUM son fundamentales para ayudar a tomar conciencia sobre las problemáticas globales y las exploraciones de algunas soluciones, mientras que desde nuestro cuerpo profesional IFLA⁴, podemos avanzar significativamente en la construcción de una disciplina de mayores estándares de calidad y también más cercana a las necesidades globales y locales. En mi rol de académico, desde mis participaciones como profesor invitado en las maestrías de Paisaje, Medio Ambiente y Ciudad⁵ y en la de Diseño del Paisaje⁶, además de mi trabajo como profesor titular en la carrera de Arquitectura del Paisaje en la UCEN⁷, promuevo un quehacer cotidiano en los estudiantes basado en contextos y en el pensar global, así como en el actuar local.
A la vez que en conjunto como comunidad académica, propiciamos la participación y vinculación de los vecinos, la sociedad civil en su conjunto, de otras universidades y de instituciones públicas y privadas en torno a programas tan importantes y necesarios como el Jardín Biodiverso⁸, un verdadero laboratorio al aire libre que busca naturalizar la ciudad mediante la evocación al paisaje vegetal de Chile central.
Finalmente, y aprovechando la ocasión en este periodo de fin de año, no está de más señalar algunos propósitos que todos podemos emprender el 2023, ¡sobre todo pensando en que contar con objetivos y planificar su ejecución nos mantiene vivos! Algunas cosas que podemos plantearnos son por ejemplo; enverdecer nuestro entorno a través de la plantación de vegetación, ojalá árboles nativos. Este simple acto promoverá el secuestro de CO2, la regulación de la temperatura de la superficie evitando las islas de calor y el aumento de la biodiversidad.
Lo anterior, a la vez que se mejora la percepción positiva de nuestro entorno, permitiéndonos el tan necesario deshago mental al estar en contacto con espacios verdes, aliviando la sobrecarga de estímu- los negativos que provocan los ambientes urbanos. Conformando así, un paisaje sano. También podemos mantenernos como una comunidad vibrante y con identidad propia al desarrollar proyectos que nos distingan. Una huerta urbana comunitaria puede ser un espacio de colaboración que promueva el contacto entre vecinos, el auto- consumo de hierbas y hortalizas, a la vez que nos mantiene activos, en diálogo y empoderados del paisaje que nos une. Aquel paisaje que existe porque hay personas.
¹Períes Lucas. 2020. www.lucasperies.com
² IFLA. https://www.iflaworld.com/newsblog/ifla-declares-a-climate-and-biodiversity-emergency?rq=declaration
³ Landscape Institute. https://www.landscapeinstitute.org/
⁴ www.if laworld.com
⁵ Universidad Nacional de La Plata UNLP. Ciudad de La Plata, Argentina. https://www.fau.unlp.edu.ar/contenidos/graduados-as/carreras-de-posgrado/maestria-en-paisaje- medio-ambiente-y-ciudad-pma/
⁶ Universidad Pontificia Bolivariana UPB. Ciudad de Medellín, Colombia. https://www.upb.edu.co/es/postgrados/maestria-diseno-paisaje-medellin
⁷ Universidad Central de Chile. Ciudad de Santiago, Chile. https://www.ucentral.cl/admision-pregrado-diurno/arquitectura-del-paisaje
⁸ Instagram: jardín biodiverso