Arq. GUSTAVO AVILÉS: Transvisión. Dialéctica visual del espacio interior-exterior
Gustavo Avilés se ha centrado en la Luz en Arquitectura desde 1984 representando el desarrollo profesional y académico transdisciplinario de la iluminación arquitectónica en uncontexto internacional. Su trabajo logra una amplia variedad de aplicaciones: edificios residenciales, corporativos históricos, planes maestros de iluminación, paisaje, instalaciones artísticas y exposiciones y proyecciones a gran escala. Gustavo es Miembro del Sistema Nacional de Creadores Fonca-Conaculta y fundador de la Especialización de Diseño de iluminación Arquitectónica en la UNAM.
Como reflexión introductoria me gusta mencionar que mi trabajo y obra están guiados por un modelo de pensamiento orientado en una dialéctica visual que, más que dividir el paisaje natural del artificial, el espacio interior y exterior, utiliza la luz como el elemento que trasciende toda disciplina, unificando y pacificando conceptos aparentemente contrarios y distantes.
– Gustavo Avilés.
¿Qué papel juega la iluminación en un paisaje?
La iluminación aplicada al paisaje puede crear espacios nocturnos diferentes a los que se contemplan durante el día, revelando nuevas interpretaciones y proveyendo nueva información visual de nuestro entorno. La luz se convierte en un elemento que liga al mundo natural y construido, como una especie de piel que se extiende y cubre todo el territorio: desde los paisajes naturales y agrícolas hasta los pueblos, periferias y ciudades. Por eso me gusta pensar en el paisaje como un continuo, una serie de trazos que afloran a lo largo de la superficie terrestre, y que al manifestarse la luz como fenómeno visual, ésta inspira una vivencia del paisaje como experiencia estética. Así surgen enclaves de reflexión, contemplación y recreación en contraste a los espacios de conflicto en las ciudades. Mediante la luz el paisaje cobra un poder escenográfico que es capaz de comunicar, producir narrativas y dar un estímulo perceptivo que produzca una respuesta emotiva/afectiva y active la memoria de los habitantes. Estos valores desde luego también están soportados por un sentido de seguridad, percepción de bienestar y señalización y orientación adecuada que otorgue accesibilidad al espacio y extienden los horarios de uso de estos espacios.
En el proyecto Memorial a las Víctimas de la Violencia ¿cuál fue el principal objetivo de su diseño?
La recuperación del espacio público, así como el recuerdo de las víctimas de la violencia resumen la esencia del proyecto, el cual tiene una doble condición de espacio público y monumento conmemorativo y reconoce la fuerte presencia de la naturaleza. El Memorial a las Víctimas de la Violencia se compone de una serie de placas de acero, algunas oxidadas y otras reflectantes, colocadas sobre un espejo de agua. La luz ayuda a articular estos elementos arquitectónicos y del paisaje como alegoría de lo que ahora está ausente de forma material pero siempre presente en nuestra memoria individual y colectiva.
Esta ausencia-presencia es referenciada por los elementos paisajísticos construidos y los vacíos que componen el espacio. Los valores positivos de la luz en contraste con la sombra durante el día, y la representación negativa que emerge durante la noche, también hacen eco a la relación entre presencia y ausencia. Los contornos de las placas metálicas se delinean con luz para crear siluetas sutiles. Esta ambigüedad entre el sólido de las placas, el vacío entre sólidos, y los reflejos en el agua, se utiliza como un mecanismo para materializar la “ausencia”. La pérdida de vidas, víctimas de este conflicto, es recordado al iluminar para enfatizar esta ausencia.
La luz también es utilizada para sugerir un recorrido, guiando a los visitantes, sirviendo como una medida de seguridad y orientación espacial, pero más simbólicamente como una guía hacia la reflexión profunda. Trabajando con el concepto arquitectónico, el paseo también se marca con luz en crescendo, desde menos luz hasta un punto catártico de luminosidad, y por último en diminuendo.
En este proyecto, la luz trabaja en alquimia, fusionándose con el paisaje, el sonido, la textura, el aroma, el lenguaje poético, gráfico y arquitectónico, conjurando una atmósfera de paz y reflexión.
La luz toma valores abstractos de silencio para traer un efecto pacificador de consuelo al sitio. Bajo esta luz, los materiales entablan un diálogo con el visitante: el óxido en las placas desgastadas habla sobre el paso del tiempo y las cicatrices que tenemos de nuestro pasado; los elementos iluminados reflejados en el agua nos obligan a contemplar y reflexionar sobre nuestro presente; la interacción entre la luz y las placas reflectantes crean un efecto etéreo, que representa un futuro de revestimientos plateados. Iluminar los árboles circundantes y reconocer su envolvente y reconfortante ubicuidad sugiere una presencia divina.
Esta estrategia se utilizó para resaltar las copas de los árboles que guían la mirada de los visitantes hacia el cielo. Esta luz también abarca el espacio luminoso que emerge de la oscuridad circundante como una linterna de esperanza.
¿Cómo se fusiona la iluminación con el paisaje?
Creando una visión poética de un paisaje nocturno que, a diferencia de las instalaciones básicas funcionales, habilite otras posibilidades más allá del simple poder ver. Es necesario aplicar nuevas estrategias, intervenir el paisaje en otra dimensión. El trabajo del iluminador en el paisaje es decidir con qué transforma el paisaje. Debe investigar la historia del lugar, palpar su topografía, analizar la vegetación, el paso del agua y la presencia de elementos construidos. Cada lugar tiene su esencia y esta se debe interpretar y traducir al lenguaje “luz”. Cuando se trata de iluminar el paisaje constantemente hago referencia a la tradición pictórica impresionista y a los rasgos que la definieron: el fenómeno lumínico cambiante captado en un momento efímero sobre el paisaje y plasmado por trazos de luz y sombra sobre el lienzo. La luz se fue convirtiendo en el gran factor unificador, así como medio de invocación-evocación para crear un ambiente de contemplación y recuerdo.
¿Nos podría explicar el concepto de construir con luz aplicado a un diseño de paisaje?
Siempre he mencionado que la luz es un elemento estructural, capaz, tanto de construir, como de destruir un espacio. En su naturaleza como materia inmaterial, la luz cuenta con un lenguaje propio de valores compositivos: contraste, textura, color, brillo, escala, dirección, velocidad, tiempo, ritmo, etc. Así mismo es necesario reconocer que la luz como fenómeno óptico, sólo es percibida al entrar en contacto con la materia. Es por eso que es esencial reconocer la naturaleza y presencia energética y formal de los elementos paisajísticos para poder transportarlos a significados lumínicos.