Muebles Colgantes
Conoce muebles que nos permiten desafiar la gravedad y nos provocan ese sentimiento de estar flotando.
Hoy en día el mundo entero vive una situación que nunca imaginó. Cada persona, desde su trinchera, ha tenido que adaptarse a los cambios que ésta pandemia ha generado.
Nuestra vida ha dado en unos meses un giro de 180 grados y, ante estos eventos, más de una vez nos hemos encontrado cerrando los ojos e imaginándonos en un lugar paradisíaco acostados en una hamaca disfrutando de los sonidos y abrazo de la naturaleza que nos rodea, esa naturaleza que ha aprovechado la ausencia humana para manifestarse de distintas maneras y reclamar su espacio.
Retomando la imagen anterior, en esta edición de tendencias nos centramos en la tipología de mobiliario que nos permite desafiar la gravedad y nos provoca ese sentimiento de estar flotando en el aire: el mobiliario colgante.
Uno de los elementos más utilizados es la hamaca. Originaria de Latinoamérica, se cree que su existencia se remonta a más de mil años. Cristóbal Colón la introduce a Europa donde los marineros la utilizaban para dormir cómodamente en los barcos pues su movimiento se mimetizaba con el ir y venir de las olas.
Las hamacas, dependiendo de la región donde se fabriquen, están constituidas por una tela o red, tejida en distintas fibras naturales como el algodón, que las hace más frescas, o en hilos de nylon sintético, que las hace resistentes a los diferentes climas y la intemperie.
En parte su versatilidad radica en que pueden obtenerse en variedad de diseños dependiendo de la cantidad de hilos y colores que los artesanos utilicen en su tejido, también suelen decorar sus bordes con tiras tejidas o borlas. Los colores neutros o crudos son los más utilizados para terrazas y exteriores.
Existen hamacas para una o dos personas, sostenidas por bases desarmables de madera o herrería, amarradas a dos columnas y muchas veces simplemente entre dos palmeras, su presencia no invade el espacio de manera agresiva y pueden quitarse o ponerse según el usuario lo requiera.
Partiendo del principio funcional y estético de la hamaca han surgido en el mercado diversas opciones de muebles colgantes: Sillas, sillones, columpios, entre otros. No es extraño encontrarnos en las playas, pequeños bares o restaurantes que utilizan columpios con asientos de madera en lugar de bancas en el área de barra, logrando dar un carácter más relajado y bohemio.
Esta tendencia se ha ido extendiendo por todo el mundo y ha encontrado distintas variantes tanto en uso, como en materiales. Las sillas y sillones colgantes son otra tendencia muy utilizada en exteriores para terrazas y jardines. Empotrados a techo o con bases integradas, permiten vivir y disfrutar los espacios de una manera única.
Los materiales utilizados para manufacturarlas van desde el hilo, el mimbre, el ratán sintético, la lona, siempre buscando el más bajo mantenimiento y la resistencia a la intemperie.
“Los muebles colgantes nos permiten desafiar la gravedad, y nos provoca el sentimiento de estar flotando en el aire”.
Hoy en día el diseño de los espacios interiores se ha vuelto más ecléctico y los profesionales ya no tienen miedo de ser más arriesgados, por lo que también podemos encontrar muebles colgantes en salas, recámaras, interiores de hoteles, restaurantes etc.
Con forma de cesta, de caparazón, montadas en un aro metálico o de plástico, lo más importante es lograr la armonía en el espacio y tener un elemento protagónico, pero al mismo tiempo único y cómodo, porque en estos momentos en que el mundo pareciera ser un lugar caótico ¿quién no quiere un instante de relajación con los pies en el aire y el vaivén que provoca estar suspendido sobre el suelo?