El color en los espacios exteriores
Antonio Trujillo escribe sobre colores y texturas que se encuentran naturalmente en los lugares que habitamos.
Las terrazas, jardines, patios y demás espacios exteriores gozan de condiciones particulares que están ligados a su lugar de emplazamiento. La temperatura, el clima, la iluminación, la vegetación del lugar, los colores y los materiales son solo algunas de estas.
Todos estos elementos y características hacen del diseño exterior un gran reto y al mismo tiempo una gran oportunidad de experimentar y descubrir.
Arquitectos y diseñadores emprendemos una búsqueda por la creación de estos espacios únicos. Las formas de trabajarlos son innumerables y sus procesos dependen de cada proyectista.
El “moodboard” es una herramienta usada por diferentes creativos que nos permite estructurar a través de imágenes, elementos y componentes una idea o concepto de diseño. Esta herramienta también se emplea en el diseño de espacios exteriores y nos ayuda a definir un “esquema de diseño” a través de colores, texturas, materiales y otros elementos que le otorgan al espacio una identidad y personalidad definida.
Como lo comentamos anteriormente, los colores, texturas y materiales son el alma y cuerpo del espacio a diseñar. Actualmente existe una tendencia relacionada con la “revalorización” de diferentes acabados y materiales usados en diferentes épocas arquitectónicas; tal es el caso del chukum, los mosaicos de pasta, las celosías y otros. Esta nueva dinámica de diseño nos permite recuperarlos y crear espacios eclécticos, especiales y actuales. Este año en el taller de proyectos TRIA, tuvimos la oportunidad de trabajar un espacio exterior. Éste desempeñó una función de transición entre las áreas interiores de la casa y el exterior además; conectó la sala y comedor con el patio trasero y la piscina. Esta terraza tuvo como propósito el disfrute del exterior a través de sus usos. El espacio permite a las personas leer un libro, tomar una copa de vino, charlar con los amigos y hacer unas carnes asadas.
El esquema se estructuró a través de tres actividades principales orientadas al disfrute del exterior: un área de estar con una banca corrida y cojines de algodón, mecedoras y una mesa central de madera de tzalam, un bar para cuatro personas y una cocina al exterior.
La cocina está equipada con una parrilla de gas, horno, grill, tarja, frigobar, una cava para vino, y un gran espacio de almacenaje a través de gavetas y cajones de madera de tzalam.
La terraza permite realizar todas estas actividades en un ambiente armónico, neutro y relajado donde la prioridad es el descanso y disfrute.
Para poder definir el ambiente que se quería lograr, recurrimos a una selección de colores, materiales y texturas naturales propias de Yucatán. El chukum, las maderas de tzalam, celosías, mosaicos geométricos y la iluminación cálida crean un ambiente unificado que invita a las personas a relajarse y convivir.
Su iluminación cálida le otorga a la terraza intimidad, sus colores y texturas naturales una identidad propia del sureste mexicano, las maderas y el uso de chukum un ambiente placentero.
El resultado no es solo un espacio más de la casa, es el vínculo de las personas que habitan y que los invita a disfrutar con amigos y familiares de las tranquilas mañanas, espectaculares atardeceres y mágicas noches yucatecas.