Seres vivos y resiliencia

En ecología, la resiliencia es definida como la capacidad de un ecosistema para responder a perturbaciones, tanto resistiendo el daño como recuperándose rápidamente de éste. Dicha capacidad es el resultado de varios factores y actores, destacando elementos vegetales que contribuyen al absorber, acumular y degradar elementos contaminantes presentes en su medio, o al fertilizar el suelo fijando nitrógeno. Por su parte, varias especies de animales participan con acciones como dispersar semillas, remover y airear el suelo, controlar plagas, o incluso por el hecho de ser grandes sobrevivientes.