Jardín Naturalista Colibrí

Gladiola Estudio de Paisaje nos platica sobre el Jardín Naturalista Colibrí, proyecto ganador del Ammodo Architecture Award, un espacio que transforma un camellón en desuso en un refugio biodiverso para polinizadores y la comunidad, invitándonos a repensar el paisaje urbano desde la naturaleza.

El Jardín Naturalista Colibrí nace de una investigación de tesis de maestría en paisaje, orientada a dar respuesta a una problemática urbana urgente: la pérdida de biodiversidad en las ciudades y la renaturalización de espacios urbanos deteriorados. Parte de una pregunta esencial: ¿por qué, si México se encuentra entre los países con mayor diversidad florística del mundo, la paleta vegetal urbana suele reducirse a un número mínimo de especies repetidas? Desde este cuestionamiento, el jardín propone un cambio de paradigma en la manera de concebir el paisaje urbano.

El proyecto se localiza sobre un camellón que alberga un canal de desagüe pluvial que desemboca en el río Santa Catarina. Antes de su intervención, el sitio funcionaba únicamente como infraestructura hidráulica y franja de tránsito, con dos andadores peatonales, dos puentes de cruce y escasa presencia de arbolado, sin vocación recreativa ni paisajística. A partir de un proceso de gestión, adopción del espacio y trabajo continuo impulsado por Gladiola Estudio de Paisaje, el espacio fue transformado en un paisaje vivo, resiliente y abierto a la comunidad mediante un ejercicio de paisajismo experimental in situ, apoyado en la recolección de plantas rescatadas de desmontes urbanos, así como en la integración de rocas, gravas, troncos, activando una lógica de reutilización de los recursos del propio territorio y reuniendo especies florísticas que fueran potencial alimento para polinizadores.

Andadores del Jardín naturalista colibrí / Walkways of the Jardín naturalista colibrí
Fotografía / Photography: Gladiola Camacho Díaz

El diseño se inspira en los principios del paisajismo naturalista y un jardín biodiverso, donde la materia prima no es el concreto ni el equipamiento, sino la vegetación como estructura principal del proyecto. El Jardín Naturalista Colibrí funciona como un laboratorio al aire libre que explora los límites entre lo urbano y lo silvestre, permitiendo observar procesos de adaptación, sucesión vegetal e interacción entre especies incluidas las arvenses o conocidas como “malezas” pudieran convivir dentro de un entorno intensamente urbanizado. El canal, antes percibido como un límite físico y visual, se resignifica como un corredor ecológico.

Paleta vegetal / Planting palette
Ilustración / Illustration: Gladiola Camacho Díaz

Fenología / Fenology
Ilustración / Illustration: Mariana y Maria José Soule, Gladiola Camacho

La singularidad del proyecto radica en la creación de un espacio biodiverso inserto en el tejido urbano de una ciudad densamente poblada e industrializada. El jardín se concibe como un refugio para la flora y la fauna local, especialmente para aves, colibríes, mariposas e insectos polinizadores. En un año se han establecido más de 2,000 ejemplares vegetales, iniciando su primer ciclo completo de primavera en este 2025.

La singularidad del proyecto radica en la creación de un espacio biodiverso inserto en el tejido urbano de una ciudad densamente poblada e industrializada.

La selección vegetal prioriza criterios de bajo consumo hídrico, valor ecológico, atractivo floral y adaptación al clima semiárido. Su conservación se apoya en un esquema de colaboración con el gobierno local, que también participó en las labores iniciales de limpieza del canal y establecimiento de un sistema de riego por goteo localizado. Actualmente, la comunidad ha asumido un papel activo en el cuidado cotidiano del jardín, mientras que el gobierno municipal ha mostrado su interés en apoyar su conservación y en replicar estos criterios en otras áreas de la ciudad, ampliando así su impacto ambiental y social.

Especies florales / Floral species
Fotografía / Photography: Gladiola Camacho Díaz

La intervención apuntala un ethos del paisaje que cuestiona el modelo tradicional del espacio público basado en la homogeneización visual y las monoplantaciones “ordenadas”. En contraste, apuesta por un paisaje que requiere observación, tiempo y cuidado colectivo; que invita a reconocer los ciclos naturales y el valor de lo espontáneo, lo silvestre y lo local.

En su dimensión social, el Jardín Naturalista Colibrí ha sido transformador. A través de la naturaleza, la comunidad se reapropia de un espacio antes inhóspito y lo convierte en lugar de encuentro y pertenencia. El paisaje aporta frescura desde la vialidad, integra el sonido de las aves al entorno cotidiano y suma calidez a través de sus colores, aromas y texturas.

Andadores / Walkways
Fotografía / Photography: Gladiola Camacho Díaz

El proyecto fue acreedor al Ammodo Architecture Award 2025 en la escala local, reconocimiento internacional que distingue proyectos con impacto y compromiso ecológico y social. El premio será destinado al fortalecimiento de su vocación educativa mediante señalética interpretativa que invite a la observación, el aprendizaje y la participación activa de la comunidad en el cuidado del espacio, así como a la incorporación de equipamiento para la fauna, como comedores y bebederos para aves, refugios para colibríes y hoteles de insectos, reforzando su función como hábitat urbano.

Diversidad florística / Floral diversity
Fotografía / Photography: Gladiola Camacho Díaz

Más allá de su condición física, el Jardín Naturalista Colibrí es una invitación a repensar la forma en que hacemos ciudad. Demuestra que incluso en espacios residuales el paisajismo puede convertirse en una herramienta poderosa para revitalizar el territorio, reconciliar lo urbano con lo natural y construir futuros urbanos más sensibles, resilientes y biodiversos.