Conoce los factores para crear una casa bioclimática

Aprende cómo orientar una vivienda y crear un ambiente confortable y sano, con las recomendaciones de la arquitecta Ivonne Walls.

Una vivienda bien orientada puede suponer un ahorro superior al 70% en el consumo de climatización e iluminación, además de crear un ambiente confortable y sano en su interior.

El uso de sistemas pasivos artificiales (como pérgolas, aleros, persianas, etc.) o naturales (como la distribución adecuada de árboles, plantas y vegetación en los espacios exteriores) puede reducir entre 2 y 5 grados la temperatura en climas cálidos y generar humedad en el ambiente en lugares con climas secos para hacerlos más agradables.

En climas fríos, la vegetación exterior también puede ayudar a mejorar a aumentar la temperatura interior de la vivienda, creando barreras contra vientos y elementos como la nieve y la lluvia y/o servir como aislante térmico y acústico para aumentar algunos grados la temperatura interior, con el ahorro en energía que esto conlleva.

Múltiples agentes intervienen para el logro de una arquitectura coherente y eficiente que nos permita maximizar los recursos naturales disponibles. Los más importantes son:

1. Geografía:

Los elementos del entorno natural y/o urbano como desniveles topográficos, masas de vegetación o edificios cercanos pueden arrojar sombras en los terrenos que pueden ser aprovechados como protectores solares y también para encauzar los vientos dominantes, dirigiéndolos, regulándolos o bloqueándolos según se requiera. Ríos y otras fuentes de agua accesibles también deben considerarse en el diseño.

2. Orientación y clima:

Lo primero que se debe considerar siempre es la latitud del lugar en donde se encuentre el terreno. Puede ser norte o sur, dependiendo de si nuestro país se encuentra por encima o por debajo de la línea del ecuador.

En este caso, utilizaremos el norte, que corresponde a México. Si el predio está en la latitud sur se puede usar esta guía manejando las orientaciones exactamente de manera opuesta a lo aquí presentado.

  • Orientación Sur: Es la mejor orientación para climas fríos y templados, ya que recibe sol todo el año. En climas templados también es una buena opción, pues permite aprovechar al máximo la luz y calor del sol. En climas cálidos es recomendable sólo si se utilizan toldos horizontales o protecciones para evitar el exceso de luz y calor en verano. Se recomienda para estancias, comedores y dormitorios ya que por la noche se liberará el calor captado durante el día.
  • Orientación Sureste: Es la mejor orientación para zonas muy calurosas (incluso mejor que la orientación sur), pues en invierno se recibe sol durante las mañanas, mientras que, en verano, sólo por las tardes.

Vegetación utilizada como protección solar
Ilustración: Ivonne Walls

  • Orientación Este: Es la alternativa a la orientación sur en zonas muy calurosas, ya que da luz y calor por las mañanas, que se irá perdiendo por la tarde, permitiendo noches frescas. Si se quiere evitar el exceso de luz
    o calor matutinos, se pueden colocar toldos verticales o árboles y vegetación que regulen u obstruyan su paso.
  • Orientación Noreste: En invierno no se recibe luz solar directa en todo el día y en verano sólo por la mañana. Es una orientación que pode- mos aprovechar para garajes, bodegas y zonas de la vivienda sin importancia y de poco uso.
  • Orientación Norte: Es una buena opción para lugares muy cálidos, pues en verano sólo recibe radiación directa a primera hora del día y última de la tarde (en invierno no recibe ninguna). Es la única orientación que brinda luz uniforme y homogénea a lo largo de todo el día, por lo que es ideal para estudios, zonas de trabajo, garajes, despensas y cuartos de máquinas.
  • Orientación Noroeste: Al igual que en la orientación noreste, en invierno no recibiremos sol en todo el día. En verano los rayos de sol entrarán sólo a partir de la tarde, por lo que no tiene mucha aplicación práctica excepto para áreas secundarias de poco uso.
  • Orientación Oeste: Se recomienda para climas semifríos, como orientación alternativa a
    la orientacion sur o a la este. Se recibe luz y radiación directa desde el mediodía hasta el anochecer, lo que permite calentar la vivienda antes del anochecer.

Orientación Suroeste: Es otra opción útil para climas fríos como alternativa a la orientación sur, ya que recibe sol por las tardes durante los meses de invierno, desde el mediodía hasta la noche. En verano también se captan directamente los rayos del Sol únicamente a partir del mediodía.

Como conclusión podemos decir que, en el hemisferio norte, la orientación sur es la que más luz y radiación recibe, siendo adecuada para climas fríos, mientras que la norte solo recibirá algo de radiación en verano, por lo que conviene en lugares de clima cálidos.

Las orientaciones este y oeste son buenas alternativas a la sur; siendo mejor la oeste para climas fríos y la este para climas cálidos. En climas muy calurosos hay que evitar una exposición directa a la orientación sur, sobre todo en verano. Para esto podemos usar sistemas pasivos como toldos, salientes, cornisas persianas.

Otros sistemas pasivos se logran con vegetación y un adecuado diseño de paisaje, utilizando barreras de árboles que producen sombra o dirigen los vientos, con elementos vegetales que aportan humedad al ambiente, etc. El aislamiento térmico (natural o artificial) también permite mantener una temperatura agradable en el interior de una vivienda.

Una vez decidida la mejor orientación de la vivienda, para una buena distribución de las áreas de una casa te recomendamos: habitaciones y cocina al este (también podría ser al oeste en las zonas con clima más frío); zonas de estar, comedor y salones al sur (son espacios amplios que ayudarán a regular la temperatura en toda la casa); baños al este u oeste; y estudios, despensas y garajes al norte.

Croquis y dibujos realizados y adaptados por I. W. con base en información obtenida de la Field Guide for Enegy Performance, Comfort and Value y del portal ovacen.com 

3. Vientos y corrientes de aire

Estrategias de ventilación natural: Una orientación que aproveche los vientos dominantes permite ahorros importantes en aire acondicionado, creando una temperatura confortable. Distancia y distribución de las edificaciones:

Se sugiere una distancia de al menos 5 veces la altura entre cada edificación y que las viviendas estén distribuidas de manera alternada en contra de los vientos dominantes para permitir un flujo de aire adecuado entre ellas.

Esta situación, puede mejorarse orientando las edificaciones en un cierto ángulo en relación con la dirección predominante del viento. De esta forma también se incrementa la distancia efectiva entre las edificaciones. También es conveniente utilizar la vegetación para captar y aprovechar los vientos, o bien para evitarlos de acuerdo al clima donde se ubique la vivienda.

Ilustraciónes / Illustrations: Croquis y dibujos realizados y adaptados por I. W. con base en información obtenida de la Field Guide for Enegy Performance, Comfort and Value y del portal ovacen.com 

Elementos constructivos como tragaluces, toldos, contravientos, persianas, pérgolas o la propia volumetría de la edificación, pueden ayudar a cambiar la dirección del aire en movimiento proporcionando diferentes ventajas sobre la construcción diseñada. Los materiales constructivos de la misma, también influyen en gran medida en el logro de un clima interior adecuado, funcionando como aislantes térmicos y acústicos que podemos aprovechar para lograr una casa bioclimática.