Parque Cohesivo
¿Cómo generar un espacio -público- ante una contingencia sanitaria? La cual no es cualquier otra enfermedad con la que hayamos convivido, este virus (COVID-19) condiciona la convivencia social y exige renovar el pensamiento como la acción sobre el entorno.Nos encontramos en una situación que hace replantearnos la vida pública porque se han generado más barreras físicas en la interacción humana, pero al mismo tiempo estamos como sociedad aprendiendo a valorar lo esencial de la vida.
Las condicionantes reflexivas que nos llevaron a proponer la creación de un parque es la necesidad de tener conciencia sobre nuestra calidad de vida para poder “vivir sin miedo”.
Para esto necesitamos estar todos conscientes de protegernos los unos a los otros, es momento de dejar el individualismo disfrazado de antropocentrismo para reforzar nuestra naturaleza colectiva; sólo así podríamos generar un parque con una sana convivencia, respetar el espacio de los demás, protegernos, usar las medidas sanitarias necesarias para poder coexistir y vivir el ahora. Es momento de aplicar la resiliencia social.
En el parque se aplican estos conceptos reflexivos con una distribución orgánica y tal vez paradójicamente arbitraria simulando nuestra situación actual, de igual manera el mensaje a transmitir a través de la función es apreciar lo esencial; es por eso que el único espacio protagónico es el centro en el cual surge toda esta reflexión, ya que es cuando nos reflejamos como sociedad.
Todos podemos estar ‘’juntos’’ cuidándonos los unos a los otros, por medio de una vigilancia colectiva pero que nos permite tener libertades y momentos de intimidad como culturalmente siempre han sido los parques.
La forma se plantea de lo esencial, uno de los aprendizajes que nos hace confirmar que no necesitamos de grandes infraestructuras para poder convivir en un espacio, más que un lugar para la libre recreación como un parque.
Al utilizar materiales esencialmente naturales nos permite generar esas barreras físicas para delimitar el espacio personal y crear diferentes zonas adaptables a las necesidades de cada visitante.
El Proyecto nace mediante un espacio de contemplación que permita la coexistencia entre individuos respetando las medidas sanitarias implementadas, creando módulos permisivos para cohabitar.
Estos módulos serán libres para apropiación del usuario. Las barreras planteadas obstaculizan la relación entre grupos, pero permiten el flujo de ventilación e iluminación natural, lo cual permite sentirse en unión colectiva compartiendo una misma visual natural.
En el recorrido del parque los ejes direccionales son necesariamente distribuidores y no deben generar permanencia para poder evitar aglomeraciones, fluir y distribuirse en el conjunto. Se restringen a la misma premisa de flujo en un eje.
Haciendo la circulación más segura, se colocarán en los espacios cercanos al lago, un lavábamos que permita abastecerse de este mediante un flujo de reutilización bajo tratamiento de aguas.
Para permitir a diferentes usuarios estar en un mismo sitio sin estar en cercanía, se plantean los recorridos en distintos niveles, posibilitando la oportunidad de disfrutar el espacio a dos personas diferentes.
En cuanto al uso del espacio natural en nivel 0, se propone crear desniveles en el terreno que delimiten las zonas a acotados m2, que restrinjan la congestión.
Se plantean estas 3 intervenciones con soluciones diferentes que permitan la liberación mental y propicien la buena salud en puntos específicos del terreno, dejando a la naturaleza predominar ante la intervención, permitiendo a futuro el uso de espacios libres o nuevas implementaciones ante el avance y adaptación del nuevo estilo de vida, dejando siempre la pauta para valorar lo esencial.