Repensar la Infraestructura del Agua a través de la Interdependencia Territorial: El caso de los Johads en Rajastán, India

Aida Tavakoli nos habla sobre la importancia de una infraestructura hidráulica colectiva y adaptativa, como los johads en Rajastán, que integran el conocimiento local para cuidar el agua y el territorio, conoce más sobre esto en Repensar la Infraestructura del Agua a través de la Interdependencia Territorial: El caso de los Johads en Rajastán.

Según el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos1, las extracciones de agua a nivel mundial para fines domésticos, agrícolas e industriales se han multiplicado por más de seis desde principios del siglo XX. Hoy en día, más de dos mil millones de personas experimentan escasez de agua cada año, una cifra que se proyecta alcanzará los cinco mil millones para 2050. La Organización Meteorológica Mundial2 destaca además que, en 2023, los caudales de los ríos a nivel global sufrieron su sequía más severa en tres décadas, poniendo en riesgo la seguridad hídrica de 3.6 mil millones de personas. Estas alarmantes cifras revelan no sólo las dimensiones técnicas de la crisis del agua, sino también su profundo entrelazamiento con las estructuras sociopolíticas y los paradigmas infraestructurales.

Este artículo se basa en la hipótesis de que ciertas infraestructuras, cuando se conciben como extensiones sensibles del territorio, pueden fomentar relaciones interdependientes entre humanos y no humanos, contribuyendo a la sostenibilidad de los ciclos del agua. Esto requiere un cambio de perspectiva: la infraestructura hidráulica debe entenderse no sólo a través de su función ingenieril, sino también como un reflejo de visiones del mundo políticas, epistemológicas y ontológicas.

Pozo seco, dibujo esquemático / Dried-up well, schematic drawing
Fotografía / Photography: Aida Tavakoli

El contexto de la India ofrece un caso particularmente revelador. A lo largo del siglo XX, la India adoptó un modelo hidráulico modernista basado en la ingeniería colonial—centralizado, orientado al crecimiento e indiferente a la diversidad ecológica de su vasto territorio. La proliferación de grandes represas, canales de riego y bombas eléctricas ha generado consecuencias alarmantes: agotamiento de acuíferos, desecación de ríos, subsidencia del terreno y desigualdad social. Esta visión infraestructural, determinada por la demanda de agua en lugar del suministro territorial, sigue predominando a pesar de sus fracasos.

Pozo recargado mediante la instalación de un johad / Well replenished through the installation of a johad
Fotografía / Photography: Aida Tavakoli

En contraste, los sistemas tradicionales como los johads ofrecen una lógica alternativa. Durante un trabajo de campo en octubre de 2024, un encuentro con Rajendra Singh, conocido como el “Hombre del Agua de la India”, reveló la efectividad de estas estructuras de captación de agua de lluvia construidas en tierra3. Los johads, que típicamente miden entre 50 y 300 metros de largo y entre 30 y 100 metros de ancho, son cuencas poco profundas que recolectan las lluvias del monzón y facilitan la recarga gradual del agua subterránea. Su diseño es engañosamente simple, pero su implementación requiere un profundo conocimiento del territorio. Funcionando como redes más que como objetos aislados, los johads deben ser posicionados con precisión de acuerdo con la hidromorfología local.

Esta inteligencia espacial es coproducida con las comunidades, particularmente con las mujeres, quienes, a través de su búsqueda diaria de agua, mapean los flujos estacionales del territorio. Su conocimiento encarnado identifica zonas de estancamiento de agua ideales para la colocación de johads. Así, la verdadera sofisticación de este sistema no radica en su complejidad técnica, sino en su intimidad territorial y en su coproducción colectiva.

La sofisticación de los sistemas de captación de agua (como los johads) no radica en su complejidad técnica, sino en su intimidad territorial y en su coproducción colectiva.

Redes de johads que revitalizan un río/ Networks of johads reviving a river
Fotografía / Photography: Aida Tavakoli

Anupam Mishra, en Las Radiantes Gotas de Lluvia de Rajastán4, describe este conocimiento como una “epistemología popular del agua”: una comprensión corporal, ecológica y espacial arraigada en la vida cotidiana. En los últimos 50 años, este modelo descentralizado ha generado resultados notables: más de 15,800 estructuras construidas o restauradas, 23 ríos revitalizados, 1,500 aldeas reconectadas al agua potable, un resurgimiento agrícola, una reducción del éxodo rural y la restauración del ciclo hídrico regional.

Los johads ejemplifican una infraestructura que no se impone sobre el territorio, sino que negocia con él. No buscan superar la escasez mediante la extracción, sino trabajar con ella, respetando el ritmo, la fragilidad y el flujo temporal. Encarnan lo que podría llamarse una ontología situada de la habitabilidad: la infraestructura como un espacio umbral entre los sistemas humanos y territoriales, donde la arquitectura actúa como operadora del orden relacional. Aquí, la forma excede la función; la coherencia surge de la articulación de dinámicas humanas y no humanas, más que de la estandarización.

Johad en Ghewar, India / Johad in Ghewar, India
Fotografía / Photography: Flickra

En este sentido, repensar la infraestructura se convierte en un acto ontológico. Implica alejarse de las fantasías de control y orientarse hacia una ecología del cuidado, la resonancia y el ajuste mutuo. La infraestructura, entonces, debe entenderse no como un objeto terminado, sino como una situación viva, abierta, adaptable y arraigada en el entrelazamiento continuo de procesos sociales y ecológicos.