Importancia de la vegetación en proyectos arquitectónicos
Desde épocas pasadas, el ser humano ha tenido la necesidad de habitar y ser partícipe del espacio, lo que ha dado pauta a la creación de arquitectura, “donde se conjugan las necesidades fundamentales del habitar: Independencia, conexión con lo natural, aire, sol y vegetación; y un sentido racional del confort”.¹
Esto nos indica que un espacio está constituido para su usuario y sus actividades, pero qué sucede cuando no se toma en cuenta el entorno que preside y las atmósferas que pudieran ser producidas acorde a ello; es ahí cuando el espacio y el usuario se vuelven vulnerables.
En la mayoría de las viviendas, se “generan soluciones orientadas hacia los aspectos cuantitativos, mientras que la calidad, particularmente la del diseño, es subvalorada”.² Lo cual puede propiciar áreas de oportunidad donde la arquitectura puede intervenir para aminorar impactos que dan pauta a la vulnerabilidad en los espacios, afectando así la manera de habitar de las personas. Estos espacios tendrían condiciones desfavorables “que exponen a las personas a mayores riesgos, a situaciones de falta de poder o control, a la imposibilidad de cambiar sus circunstancias, y, por tanto, a la desprotección”.³
Por esta razón, surge la importancia de implementar el diseño en los espacios, en este caso se habla de retomar y enfatizar el uso de la vegetación; es de gran importancia y trae grandes beneficios.
“La naturación urbana es la acción de incorporar la naturaleza mediante la recuperación de la flora y fauna autóctonas de una manera aceptable y sostenible”;⁴ que brinde a la sociedad una manera diferente de percibir el espacio y al mismo tiempo que incorpore a la ciudad áreas verdes ya que se encuentra un déficit en el promedio de áreas verdes per cápita “respecto a los 12 m2 de av./habitantes recomendados por la Organización Mundial de la Salud OMS”.⁵ Lo cual puede otorgar una mejora significativa en la calidad de vida de los habitantes de una población.
“Se ha encontrado que aquellas personas que viven en áreas construidas con acceso a jardines o espacios abiertos con cobertura vegetal tienen una menor prevalencia de desórdenes mentales en contraste con personas en áreas construidas sin tales accesos”.⁶ No sólo se ve reflejado en el estado mental y emocional, también existe un impacto en lo social ya que puede generar mayor apertura a la convivencia entre personas.
Es así como la vegetación, puede brindar un impacto importante en la calidad de vida de una persona, ya que puede verse reflejado en el índice de prosperidad, dadas las funciones ambientales que produce una estructura verde. A su vez, la generación de microclimas mejora el entorno que habitan las personas y ayuda a que estas obtengan salud. “El concepto de calidad de vida se considera claramente relacionado con el concepto de salud humana y con la necesidad de promover una educación ambiental con proyección social y comunitaria”.⁷
Se dice que la salud puede ser relativa y que puede verse ligada a partir de un proceso evolutivo de adaptación que hay entre el medio ambiente que rodea al hombre y este. “La relación del hombre con la Naturaleza y del Ambiente con la Salud también incide directamente sobre la calidad de vida del hombre”.⁸
Este artículo tiene como fin el incentivar la ayuda socioambiental y estética que puede proporcionar la vegetación al incorporarla en el diseño de una manera consciente, propiciando edificaciones eficientes que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas en un ambiente próspero.
¹Javier Suárez, «Acerca de la esencia de la Arquitectura», Utopía y Praxis Latinoamericana 7, nº 16 (2002).
²Leandro Pérez. «El diseño de la vivienda de interés social. La satisfacción de las necesidades y expectativas del usuario», Revista de Arquitectura 18, nº 1 (2016).
³Navar, Vulnerabilidad (Universidad Rey Juan Carlos, 2007).
⁴ Beatriz Urbano, «Naturación urbana, un desafío a la urbanización», Revista Chapingo (Serie Ciencias Forestales y del Ambiente, 2013).
⁵Martínez-Soto. «Efectos psicoambientales de las áreas verdes en la salud mental», Interamerican Journal of Psychology 50, nº 2 (2016).
⁶ Ibíd.
⁷Graciela Baldi López y Eleonora García. «Calidad de vida y medio ambiente. La psicología ambiental», Unión de Universidades de América Latina y el Caribe, nº 1 (2005).
⁸ Ibíd.