“La luz de los Itzáes”
Conoce Edzná, una experiencia memorable mediante una integración conceptual, artística y tecnológica.
El proyecto consiste en ofrecer al espectador una experiencia memorable mediante una integración conceptual, artística y tecnológica.
En Edzná parece que los edificios emanan luz y tienen una sinergia con la narración y las danzas que brindan las sombras y luces, logrando exaltar los sentidos en las personas. El acceso al sitio arqueológico tuvo una transformación importante en su recorrido, generando toda una experiencia para el visitante. Dicha transformación consiste en la desviación del sendero que actualmente representa mayor entendimiento del espacio ya que al finalizar el recorrido nos recibe de frente el notable edificio de los 5 pisos que conserva el remate arquitectónico de su majestuosa crestería, la cual permite que se filtren siete rayos del sol, número que representa una bendición en la cosmovisión de la cultura Maya.
La presentación hace partícipe al espectador desde que recorre el sendero de acceso atravesando la selva Maya mediante una experiencia multisensorial que se compone de diferentes recursos:
1.- Disfrutar el caminar durante la noche en una selva con escaso nivel de iluminación.
2.- Sonidos que llegan de animales verdaderos, pájaros, grillos, cigarras, tecolotes que representan un especial significado entre las culturas mesoamericanas, y el rugido de un Balam (jaguar en Maya), que los lleva a agruparse entre ellos y continuar el sendero a la expectativa mientras escuchan el lenguaje Maya.
3.- Perciben por medio del olfato el olor del copal, incienso que utilizaban los Mayas durante sus ceremonias religiosas, empezando a imaginar que algo está por suceder, durante el recorrido se perciben diferentes cambios de texturas en el piso de manera que funcionan para que los cinco sentidos envíen información a la mente del visitante haciéndolo receptivo.
Durante la presentación, los edificios y basamen- tos del complejo arqueológico de Edzná cambian de color en coordinación con la narración y la música mediante una programación asistida por computador, adquiriendo el sitio una nueva vida después de 2,550 años, ya que Edzná está datado en el año 600 A.C.
Una escena importante es el resurgimiento de “Kinich Ahau”, la deidad solar de los Mayas, recreada mediante un haz concentrado que surge
de la parte posterior con proyectores de 1200 Watts y 6000 Kelvin, que irrumpen en el cielo nocturno filtrándose por la crestería en el edificio de los 5 pisos.
La relevancia del proyecto requirió de la participación y el trabajo en equipo de arqueólogos, antropólogos, historiadores, arquitectos, artistas e ingenieros, así como de la utilización de tecnología de punta, como luminarios de HB LEDs, que no emiten rayos ultravioleta ni infrarrojos, de modo que no afectan a los edificios Mayas.