Memorial Mundial a la Pandemia
Gómez Platero Arquitectura y Urbanismo, “Construyendo una conciencia colectiva a través del refugio en la naturaleza”.
El Memorial Mundial a la Pandemia será una gran escultura instalada en la costa de Montevideo, en Uruguay. Tiene una forma simple y contundente, un círculo interrumpido por una grieta, que da acceso a un gran espacio público. Esa grieta representa algo que se rompió, como lo que pasó en 2020 en el mundo entero. Una larga pasarela peatonal se extenderá desde el paseo marítimo hasta la plataforma principal. La explanada es un espacio de 40 metros de diámetro en forma de anillo, y en el centro se encontrará un agujero de 10 metros de ancho por donde aflorará la naturaleza.
Por ahí, se asomarán rocas y agua, lo que permitirá disfrutar del ruido de las olas rompiendo sobre las piedras, del sonido del agua fluyendo y del graznido de las gaviotas. El proyecto fue diseñado así para que ayude a que los visitantes se den cuenta de que el centro del ecosistema es la naturaleza y no el ser humano, ya que el propósito es incentivarlos a observar el hábitat en su estado más puro y así reflexionar sobre la fragilidad de la humanidad. La firma, con presencia internacional y grandes proyectos en Uruguay, México, Ecuador, entre otros, quiso hacer una contribución al futuro, aportar su visión artística y dejar un lugar en el que pueda refugiarse y reflexionar tras el impacto del virus. Como describe Martín Gómez Platero, arquitecto y director de la firma, “la arquitectura es una realidad colectiva e histórica, hecha de pequeños fragmentos que sobreviven en el tiempo y se convierten en cultura. Es una forma de mostrar quiénes somos en este planeta. Los monumentos marcan nuestra cultura”
La superficie cóncava del memorial estará hecha de hormigón, mientras que su parte inferior estará recubierta con acero corten, un material que requiere poco mantenimiento, ya que logra preservarse de forma natural con el paso del tiempo a medida que cambia el terreno y el nivel del agua alrededor de la obra. La forma circular del monumento manifiesta el concepto de unidad y comunidad, algo que Gómez Platero quería reflejar, ya que la pandemia ha unido a todas las culturas y ha hecho que valoremos más las relaciones personales y el poder disfrutar de la compañía de los demás.
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Como la firma Gómez Platero está muy involucrada con el respeto y protección del medio ambiente, para minimizar el impacto en el entorno natural del monumento, construirá parte de la estructura en su taller y completará la construcción en el sitio.
Estiman que tardará un total de seis meses en construirse. El espacio brinda un refugio contra la vida urbana y su ruido, ya que su intención es que los visitantes estén focalizados en sentir la naturaleza que rodea el espacio. El monumento podrá ser visitado por hasta 300 personas simultáneamente sin dejar de respetar las pautas actuales de distanciamiento social, consintiendo momentos de soledad y a su vez momentos de dolor compartido y solidaridad.
El monumento ofrece a los visitantes una experiencia sensorial y un lugar seguro para pensar sobre el respeto por la naturaleza. Martín Gómez Platero explica que, al crear un monumento capaz de activar los sentidos y los recuerdos, podemos generar una reflexión en quienes visitan el memorial: como seres humanos, estamos subordinados a la naturaleza y no al revés.
Me parece una gran idea que dejara huella en la humanidad, feliz por su proyecto.