Territorios Sustentables: El solar maya como modo de vida
Después del huracán Isidoro de 2002, que dejó 33 mil casas dañadas o completamente destruidas en Yucatán, 1 el paisaje rural de la casa maya como parte del solar, símbolos de identidad local, rodeada de árboles y de una albarrada blanca, fue sustituido por cuartos de concreto en serie, conocidos como “pies de casa”.
Estas construcciones fueron la solución gubernamental de viviendas para las familias mayas después de la emergencia ocasionada por el huracán. Mientras que algunas familias reconstruyeron con recursos propios sus casas mayas, rechazando o adaptando los “pies de casa”, para la mayor parte de las familias fue imposible regresar a sus viviendas tradicionales.
Algunos grandes solares fueron legalmente divididos para acceder a los cuartos que reemplazaron las viviendas dañadas, por lo que la capacidad de continuar con sus medios de vida, como el huerto familiar, disminuyó junto con los espacios disponibles. 2
A través de su historia, los pueblos mayas han padecido despojos de su tierra y sus modos de vida, como intentos de “modernizarlos” y “urbanizarlos”, ya que lo rural y lo tradicional, su conexión con la tierra y su habitar en casas mayas y solares, es percibido como algo negativo, a tal grado de ser catalogado como un símbolo de pobreza, insalubridad y disfuncionalidad. 5
Esta visión no considera, por ejemplo, la gran agrobiodiversidad asociada al solar maya y que las casas mayas fueron adaptadas a las condiciones ambientales de la región, incluyendo huracanes y temperaturas altas, 6 dando lugar a su resiliencia.
En mi tesis de doctorado en Geografía, 7 me enfoqué en el papel central de los solares mayas en Yucatán como un espacio de continua resistencia de las poblaciones mayas en los procesos silenciosos de sus vidas diarias.
La multiplicidad de eventos y actividades que ocurren en el solar maya deriva de construcciones históricas, al mismo tiempo que entreteje elementos base para el desarrollo comunal y familiar: la tierra, los medios y modos de vida, y las identidades.
Actualmente, las transformaciones de los territorios mayas han resultado en espacios intersticiales entre lo urbano y lo rural, con elementos y dinámicas de ambos.
En este sentido, los espacios indígenas como el solar resultan importantes para el desarrollo de estrategias de vida que fomenten tanto la subsistencia de la unidad familiar al enlazar actividades económicas con la producción de alimentos, 11 como la sustentabilidad de los territorios, al detonar modos de vida que vinculen la tierra, los medios de vida y las identidades.
Es de vital importancia recordar que es la vida diaria de las poblaciones mayas la que moldea y da valor material e intangible a estos territorios, y la que ha permitido que la casa maya persista como elemento central en los paisajes yucatecos.