LWCircus, Comunidad Resiliente y Creativa
Hay profesionales que llevan a cabo métodos experimentales y estrategias de diseño basadas en prácticas sociales y culturales del lugar específico en el que operan, todo esto con intención de mejorar áreas delicadas y de rediseñar el panorama rural y contemporáneo en transición. Esto es lo que hace LWCircus, una organización internacional sin fines de lucro fundada en 2016 con sedes en Florencia, Roma y Ciudad de México. LWCircus investiga herramientas y dispositivos que, una vez reconocidos y dominados, permiten llevar a cabo acciones sostenibles, responsables y compartidas. Siendo esta su misión central, LWCircus opera en continua y cercana colaboración con comunidades locales, involucrando a las minorías presentes, y junto con estudiantes, artistas e investigadores de todo el mundo crea comunidades temporales e induce a que instituciones locales interactúen con instituciones internacionales, y viceversa.
Una sistematización de métodos basados en prácticas sociales, capaces de dar vida a procesos a largo plazo y a desarrollos sostenibles, se intenta como forma de iniciar y fortalecer acciones de integración (o mejor dicho, de inclusión) de los varios componentes de una comunidad. De hecho, el crecimiento individual y colectivo es considerado como la base de este programa, lo cual facilita de manera considerable el intercambio de culturas, conocimientos, actitudes y habilidades entre las comunidades.
En el núcleo del programa de LWCircus está la presunción de que la arquitectura, los paisajes, y la gente, son aspectos de la vida humana. De igual manera, también se cree que múltiples conocimientos y múltiples realidades locales deben interactuar para poder satisfacer necesidades colectivas.
Por lo tanto, LWCircus inicia emprendimientos conjuntos a través de la cooperación y los laboratorios operativos. Estos emprendimientos conjuntos llevan a la creación de trabajos efímeros que generan espacios simbólicos para un futuro urbano-rural resiliente e inclusivo. Ahora, si tenemos en cuenta que la palabra símbolo tiene la intención de juntar imágenes y significados que nos recuerden a una cosa, puede que entendamos qué tantas implicaciones tienen estos proyectos considerando el nuevo contenido creado, y el espacio que tomará. También es importante que consideremos el significado evolutivo del término resiliencia para sistemas urbanos y rurales, el cual significa persistencia, adaptabilidad y transformación1.
Además, reflexionemos sobre lo que implica la palabra inclusión en un presente que discrimina por el color de piel, por cultura, por estado social, y por otros aspectos. Los talleres itinerantes de LWCircus son, por lo tanto, verdaderamente inmersivos. Estos interrogan al peculiar paisaje, «cuyo carácter se deriva de factores naturales y/o humanos, y sus interrelaciones»2, entendiendo su cambio en el tiempo y el espacio. Ellos investigan la memoria del paisaje a través de documentos archivados, y a través de la transmisión de historias orales por parte de los ancianos, quienes hoy en día, finalmente son valorados.
Ellos investigan a fondo e interpretan las necesidades de las comunidades para externalizarlas en trabajos que se conviertan en signos y símbolos importantes. Siendo así, cada uno de los participantes se convierte en un «artesano de verdaderas alucinaciones, trabajando directamente sobre la piel del mundo y disfrutando de este único privilegio: El de crear algo natural. Lo que sea que el participante haga, presentando fragmentos de cosas, permanecerá en el lado bueno del mundo, en el lado de su inefable mañana»3.
LWCircus ha establecido comunidades temporales, multidisciplinarias y creativas (como la comunidad Laboratorio del Silenzio – Laboratorio del Silencio – basado en Milán), y ha llevado a cabo varios talleres en Italia y China. ArnoLabs, en Florencia, fue establecido en las orillas del río Arno (considera que fue establecido entre mayo y junio del año 2018, que fue al mismo tiempo que el Año Europeo del Patrimonio Cultural «Donde el pasado se encuentra con el futuro»). AsinaraLab fue establecido en el Parque Nacional de la isla de Asinara, y ChinaLab fue establecido en Xixinan, un pueblo rural en la base de la Montaña Amarilla. Estas creativas comunidades internacionales han creado evocadores paisajes como aquellos encontrados en ChinaLab 2019, por supuesto, en conjunto cercano con comunidades locales. Recuperaron un antiguo bote de bambú dentro del bosque protegido de Pterocarya stenoptera C.DC., de igual manera, crearon un jardín vegetal vertical, también de bambú, como una transliteración de una cornucopia de abundancia, e incluyeron arte sobre la base seca de un canal de agua artificial en el antiguo pueblo de Xixinan, donde se han cavado formas circulares y formas de peces, que han sido cubiertas por hojas de té Ginkgo biloba que susurran las milenarias tradiciones chinas.
Felicidades!!! Me encanta su gran labor. Cuandon trabajan diferentes disciplinas por un mismo fin, los resultados son un abanico de ideas. Saludos