Historia del paisaje del Cráter de Chicxulub

Ah Nakuk Pech, cronista y señor de Chac Xulub Chen (actualmente Chicxulub), vio llegar a los españoles en 1511 1.
Nunca imaginó que su territorio habría sido el epicentro de otro funesto impacto, cuando hace 65.5 millones de años, un meteorito de 180 km de diámetro colisionó la tierra.

Yo soy Nakuk Pech, descendiente de los antiguos hidalgos conquistadores de esta tierra, en la región de Maxtunil. Yo fui puesto para guardarlo por mi señor Ah Nahum Pech. Y de buena voluntad hago aquí la crónica y la historia de Chac Kulub Chen.

(Ah Nakuk Pech)

Hasta ahora, los científicos han detectado en nuestro planeta aproximadamente 150 estructuras geológicas como resultado del impacto de meteoritos 2. Cuando un cuerpo de dicha naturaleza impacta la superficie terrestre, se desprende una gran cantidad de energía en forma de calor, la cual vaporiza el agua y la roca de la superficie, generando dióxido de carbono (CO2), dióxido de azufre (SO2) y una gran cantidad de polvo.

En el caso del meteorito de Chicxulub, los cambios en la atmósfera fueron tan extremos que provocaron la extinción masiva de las especies que una vez poblaron la tierra.

 

Las consecuencias geológicas de dicho impacto han sido descubiertas en las últimas décadas, gracias a diversos estudios científicos y a la tecnología satelital 3.

Una de las conclusiones más relevantes ha sido el descubrimiento del anillo de “cenotes” 4 o dolinas en la península de Yucatán. La mayor concentración de cenotes en esta alineación se cree fue ocasionado por una propensión a la disolución de la roca, producto del impacto.

Según el Dr. Eduardo Batllori 5, la porción noroccidental de la península se ha denominado como “La Cuenca Sedimentaria de Chicxulub”.

Dicha región o cuenca hidrogeológica, delimitada por el ya mencionado anillo de cenotes, se caracteriza por una plataforma de roca sedimentaria caliza con un relieve poco accidentado y la presencia de un acuífero subterráneo costero, cuyas aguas fluyen hacia el Golfo de México.

Cabe mencionar que el anillo de cenotes tiende a aislar, en términos hidrológicos a la cuenca de Chicxulub del resto de la península de Yucatán, lo cual representa una alta fragilidad en términos de contaminación del acuífero.

Fotografía: NASA/JPL

La península de Yucatán emergió del mar hace 13 millones de años.

En esta región de vegetación de selva baja, clima cálido y de suelos someros, fue donde los mayas de la península construyeron sus ciudades hacia el posclásico.

Los cuatro rumbos cardinales (Sak, Ek’, Chak, K’an), el eje del mundo (Yaax), el inframundo (Xib’alb’a), el supramundo (K’aan), así como los equinoccios y solsticios, configuraron las referencias espacio-temporales a partir de las cuales los mayas planearon sus asentamientos.

De igual forma, en la cosmovisión maya, los cenotes eran considerados como lugares sagrados ya que constituían la entrada al inframundo.

Cenote Ik Kill. Yucatán, México.
Fotografía: Boris G.

Según Ah Nakuk Pech, era la quinta división del Katún 11 Ahau 6, cuando se asentaron los españoles en la gran ciudad de Thó. Del impacto de estas dos culturas surgió también la actual población de Chicxulub, que se encuentra en el epicentro de una gran cuenca, sin duda única en el mundo. 

Este paisaje subterráneo kárstico, de cenotes, grutas y ríos subterráneos, resulta fundamental para el paisaje costero, ya que del encuentro de dicha agua dulce con el agua de mar se forman generosas lagunas, a algunos kilómetros de la playa, en donde proliferan el mangle de diversas variedades y pastizales. 

La importancia del agua del dicho acuífero es fundamental para el ecosistema, sin embargo en las últimas décadas se ha contaminado de manera alarmante, poniendo en peligro, no tan sólo al medio ambiente, sino la sostenibilidad de las comunidades costeras.

Por lo tanto, es necesario reconsiderar nuevas estrategias en el ámbito de la  construcción y del tratamiento de aguas residuales, en toda la cuenca de cráter, pero especialmente en las zonas costeras y el anillo de cenotes, ambas con mayor permeabilidad hacia el subsuelo.

 

LITERATURA CONSULTADA:

1  Nakuk Pech, Historia y crónica de Chac-Xulub-Chen (México: Departamento de Bibliotecas de la Secretaria de Educación pública, 1936).

2  Bevan M. French, Traces of Catastrophe: A Handbook of Shock-Metamorphic Effects in Terrestrial Meteorite Impact Structures (Houston: Lunar and Planetary Institute, 1998).  

3  Martin Connors, Alan R. Hildebrand, Mark Pilkington, Carlos Ortiz-Aleman, Rene E Chavez, Jaime Urrutia-Fucugauchi, Eduardo Graniel-Castro, Alfredo Camara-Zi, Juan Vasquez, y John F Halpenny, “Yucatan karst features and the size of Chicxulub crater,” Geophysical Journal International, Num. 127 Vol. 3 (1996): F11‑F14.

4  Cenote, del maya Dzonot, el término científico es dolinas. Cavidades subterráneas producto de la meteorización o disolución de la piedra, fenómeno también denominado “karst”.

5  Eduardo Batllori-Sampedro, Julio Iván González-Piedra, Julio Díaz Sosa y José Luis Febles-Patrón, “Caracterización hidrológica de la región costera noroccidental del estado de Yucatán, México,” Investigaciones Geográficas. Boletín del Instituto de Geografía, UNAM, Núm. 59(2006): 74-92.

6  Fecha del calendario maya, se estima correspondiente al año 1542 D.C.