El paisaje y la distancia

La fotografía es una forma de arte íntimamente ligada al paisaje.

El internacionalmente reconocido fotógrafo, Naoya Hatakeyama, analiza a través su obra la interacción del hombre con la naturaleza, abordando temas y escenarios que en ocasiones resultan difíciles, pero que encierran preguntas filosóficas y estéticas de gran profundidad.

A continuación se presenta parte de su obra, acompañada de una reflexión sobre la “distancia” que se crea entre el ser humano y el paisaje al realizar una obra fotográfica. Dichas palabras pertenecen a la charla que presentó en el Museo de Fotografía Izu en Japón (enero 2013) 1.

Disfruto enormemente al hablar sobre la palabra “paisaje”, pero el hablar sobre mi trabajo y cómo éste se relaciona con el “paisaje” me resulta difícil. Esto se debe a que mi forma de trabajo se transforma de acuerdo a los diversos acontecimientos de mi vida. Si yo fuera capaz de unificar conceptualmente mi trabajo en un todo integrado, sería percibido como un artista destacado, pero a veces no es tan sencillo.

Lime Hills, 1989.
Fotografía: Naoya Hatakeyama

Desde que yo era estudiante, estaba completamente consciente de la palabra “distancia”.

El “distanciarse” de la fotografía puede definirse como: la separación temporal, espacial y psicológica que se produce espontáneamente al intentar transformar objetos a imágenes fotográficas. 

La primera vez que me referí al “paisaje”, en la acepción de Kenneth Clark 2, fue en la segunda mitad de los años ochenta con “Lime Hills” (Colinas de Cal). Al mirar estas fotografías,  creo que se puede reconocer que durante mi juventud estaba enormemente influenciado por la fotografía a color de Estados Unidos de los años setenta.

Comencé este trabajo con las canteras de piedra caliza alrededor de la zona donde nací y crecí. Posteriormente, conforme fui recorriendo canteras a lo largo de Japón, esta actividad se transformó en una tarea mayor. 

Sin titulo. Tokyo, 1997.
Fotografía: Naoya Hatakeyama

En esta época me había adaptado a la vida en Tokio; creo que me acostumbré a ver escenas de canteras en zonas rurales y escenas de la ciudad en la que vivía, ambas unidas por el común denominador de la piedra caliza. Comencé a tomar fotografías imaginando una historia donde unificaba dos lugares dispares.

Mi primer intento por plasmar esta idea, que consistía en unir dos cosas distintas en un solo sitio, culminó en la serie “Atmos”, la cual realicé en la primera mitad de los años 2000.

Este trabajo fue creado en la Camarga, en la región cercana al delta del Ródano. En ese momento yo había sido invitado a participar en el Rencontres d’Arles 3. 

Atmos, 2001.
Fotografía: Naoya Hatakeyama

“A la orilla de los humedales había una fundidora de la cual surgían penachos de vapor, yo intenté sobreponer imaginativamente esos penachos de vapor sobre el “paisaje” para que parecieran ser nubes”. 

Un trabajo similar a “Lime Hills” (Colinas de Cal) es “Terrils” (Montones), en el cual trabajé con escombros durante la segunda mitad de los años 2000 al norte de Francia. En ese entonces, yo hacía una residencia artística a las afueras de Lille. 

Estas montañas que surgían en medio de la tierra estaban hechas de residuos de cobre 4.

Apilados sobre la superficie, estos desperdicios son tirados desde el cielo por el hombre, al principio se mueven en contra de la gravedad, pero finalmente se rinden ante ella. A pesar del hecho de ser producto de la actividad humana, estas montañas parecen objetos sobrenaturales caídos del cielo.

Terril, 2009.
Fotografía: Naoya Hatakeyama

Finalmente, me gustaría mostrarles “fotografías de paisaje” que tomé recientemente durante el 2011 en un pequeño poblado en la región de Tohoku.

Como seguramente reconocerán, comencé a tomar estas fotografías durante la terrible devastación que ocasionó el catastrófico tsunami. Dichas imágenes registran el proceso conforme el cual las montañas de escombro son retiradas gradualmente y el pueblo vuelve a estar quieto.

Existe una fuerte relación entre los eventos catastróficos y el arte en el paisaje, particularmente la fotografía, por lo que constituye un género importante. Desconozco si en este punto mis fotografías pudieran considerarse como parte de ese género.

Esto se debe a que si estas fotografías crean “distancia”, entonces esta “distancia” crea un espacio inconmensurable entre los demás y yo. No puedo hablar por ustedes, pero para mí el intentar “distanciarme” es difícil. Esto se debe a que éste es el lugar en donde nací y crecí

Rikuzentakata, 2011.
Fotografía: Naoya Hatakeyama

Sospecho que es imposible percibir nada personal sobre mí –el autor- a partir de esta fotografía. Sólo hay “paisaje”.

Por encima del territorio destruido, un arcoíris aparece sobre el cielo oscuro. Se asemeja a un “paisaje artístico” perteneciente a las pinturas al óleo de la Era Romántica en el norte de Europa. Pero yo sé que mi hogar estuvo alguna vez en el lugar donde surge ese arcoíris.

En ese sitio donde mi casa fue arrasada por el tsunami, ahora aparece un arcoíris, como si se alzara desde ahí. Esa fue la razón principal por la que tomé esta fotografía. “Al pie de este arcoíris, una vez estuvo mi hogar”: cuando yo proporciono esta información verbal, la impresión que una persona recibe de esta imagen cambia repentinamente.

Después de esto, ¿puede considerarse un “paisaje”?, me pregunto, o ¿ya no puede serlo? Con todo el respeto al valor de esta fotografía, ¿han creado las palabras un obstáculo? ¿Son necesarias las palabras?

Rikuzentakata, 2011.
Fotografía: Naoya Hatakeyama

Naoya Hatakeyama nació en 1958 en Rikuzentakata, en la Prefectura de Iwate. Completó sus estudios universitarios bajo la instrucción de Kiyoji Otsuji en la Universidad Tsukuba en 1984. Desde ese entonces ha residido en Tokyo, donde ha desarrollado una línea de trabajo enfocada en la relación con la naturaleza, la ciudad y la fotografía. Ha participado en numerosas exhibiciones individuales y grupales, sus obras se encuentran en importantes colecciones públicas alrededor del mundo.

LITERATURA CONSULTADA

1  Agradecemos profundamente a la Galería “La Cúpula” y a la Mtra. Arq. Jacqueline Tapia Chávez, por su ayuda para la publicación de este artículo.

2  Kenneth McKenzie Clark (1903 – 1983). Autor Británico, reconocido historiador de arte y esteta.

3  Festival de fotografía que se celebra cada año en la ciudad de Arlés, Francia entre los meses de julio y septiembre.

4  Dichos residuos son creados por elementos minerals que se encuentran en el cobre, los cuales no son combustibles. Cuando son calentados se funden y se mezclan, formando terrones de ceniza.