Biodiversidad y vida

Fotografía: Salvador Cueva

Tenemos la fortuna de vivir en uno de los países con mayor biodiversidad del planeta.  México es un imán para todos aquellos que buscan entornos naturales únicos e intactos.

Está considerado el país con más reservas de biosfera en Latinoamérica (41 de las 121 reservas de biosfera designadas por la UNESCO en 21 países).

También se encuentra entre los 5 países del mundo con el mayor número de Reservas de Biosfera (áreas representativas de uno o más ecosistemas que no son perturbados por los hombres o que necesitan preservación o restauración que suelen estar habitadas por especies características de la biodiversidad nacional, incluidas las consideradas endémicas, amenazadas o en peligro de extinción).

Flamenco
Fotografía: Gwen Weustink (www.unplash.com)

Entre las áreas naturales que se encuentran en México podemos encontrar bosques, arrecifes, desiertos, humedales, montañas, selvas, islas y océanos con sus consiguientes especies de flora y fauna. Algunas de las más importantes son:

Río Lagartos, en Yucatán, entre la unión de las aguas del mar Caribe y del golfo de México, se encuentran manglares, humedales y bosques caducifolios. Es el lugar donde los flamencos se reproducen y anidan.

El Vizcaíno, en Baja California Sur, fusiona el desierto y el océano, revelando varios ecosistemas como dunas costeras, manglares y sistemas de lagunas, que son visitados por la ballena gris año tras año.

Cuatrociénegas
Fotografía: Salvador Cueva

Sian Ka’an (“donde nace el cielo” en maya), es el área protegida más grande del Caribe mexicano, en el estado de Quintana Roo. Es hogar de 4,000 especies de plantas y cientos de animales. Una reserva impresionante que se une a bosques, humedales y parte del Sistema de la Barrera de Arrecifes Mesoamericanos.

Montes Azules, en Chiapas, contiene una de las áreas más grandes de bosque tropical húmedo en México y América Central.

Cuatrociénegas, en el estado de Coahuila, es un espectacular oasis donde se encuentran aproximadamente 500 cuerpos de agua entre los paisajes montañosos y desérticos. Se pueden encontrar especies endémicas y las únicas dunas desérticas.

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El término de biodiversidad se refiere a la extensa variedad de seres vivos existentes en el planeta. Es un sistema dinámico que está en evolución constante donde cada especie posee un entorno adecuado a sus necesidades para que cada uno de éstas pueden relacionarse de manera armoniosa con el medio que las rodea.

Los paisajes vivos que genera la biodiversidad de un país y los recursos que provee a los seres humanos en cuanto a la producción de insumos indispensables para su subsistencia hace que dependamos completamente de un ambiente natural saludable.

Por tanto, la conservación de la biodiversidad es fundamental, no sólo para la vida y la economía, sino a un nivel más profundo, también para la conservación de la salud y la generación de felicidad del ser humano.

Cada vez es más la mejora en la legislación destinada a proteger la naturaleza, sin embargo, la vida y los lugares silvestres han ido disminuyendo en cantidad y calidad durante décadas y continúan haciéndolo.  El alto valor que la naturaleza tiene a nivel personal e individual rara vez se traduce en políticas públicas o en las decisiones de inversión y gasto del gobierno, de las organizaciones o del sector privado.

Fotografía: Frank Busch (www.unplash.com)

La biodiversidad es importante porque aporta a las personas un gran valor emocional, una amplia gama de bienes y servicios valiosos que son de beneficio práctico para la sociedad que se traducen en un valor financiero que contribuye al desempeño económico de las sociedades y los países.

También es fundamental para abordar muchos de los problemas sociales y económicos más apremiantes de un país como el mantenimiento de la productividad y la calidad de vida de una población en crecimiento.

El entorno natural nos proporciona una amplia gama de “servicios ecosistémicos” o funciones ambientales indispensables para la vida. Recibimos del entorno natural recursos de aprovisionamiento como alimentos, agua potable, energía,  materiales de construcción, medicina natural, etc.

Recibimos sistemas de regulación como la polinización, descomposición de desechos, regulación de inundaciones y sequías, control de plagas, enfermedades y contaminación.

También recibimos servicios culturales (recreación, turismo, inspiración creativa y enriquecimiento espiritual). Todos estos servicios indispensables para el ser humano dependen de la Biodiversidad.

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La naturaleza y la vida silvestre tienen un valor intrínseco. Son valiosos por derecho propio y tenemos la responsabilidad moral de cuidarlos, independientemente del beneficio que se pueda obtener de ellos. Lo mismo respecto al valor emocional de la naturaleza y la vida silvestre que nos dan bienestar al disfrutarlos.

Sin lugar a dudas, la naturaleza nos proporciona bienes y servicios que son de valor práctico para nosotros y para el resto de la sociedad. La producción de alimentos, el control de inundaciones y la mejora de la salud física y mental y el bienestar tienen un valor práctico y social.

Muchos aspectos de la naturaleza, y de los bienes y servicios que proporciona, se pueden comprar y vender. Tienen valor económico y promueven y ayudan al desarrollo social. Necesitaremos desarrollar el compromiso de las personas con el entorno natural.

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Defender la protección y recuperación de la naturaleza y la biodiversidad, aumenta el bienestar de la población local y coadyuva a la prosperidad de las comunidades del país.

Proteger la biodiversidad permite además mantener paisajes vivos para que los lugares ricos en vida silvestre, ayuden a la naturaleza a recuperarse, por su propio bien y por el bien de las personas que dependen de ella. No sólo se trata de frenar el declive sino de revertirlo.

Para lograr esto, una parte mucho mayor de la sociedad tendrá que inspirarse para actuar en favor de la naturaleza, y deberá ser capaz de sentir y entender el alcance total de cuán valiosa es. La sociedad en general debe sentirse conectada con el entorno natural. Debe ser una parte real y palpable de su vida.

De esta manera, el hombre valorará el impacto de la naturaleza e invertirá dinero, tiempo, esfuerzo físico y mental y un compromiso emocional para lograr su expansión y recuperación. La conservación de la biodiversidad es fundamenta para la conservación de la salud y la generación de felicidad del ser humano.