ARQ. CECILIA GONZALÉZ FLORES
Relatos de un gran paisajista: Mario Lazo Villareal, uno de los más importantes exponentes de la arquitectura sostenible y del paisajismo en México de las últimas décadas.
Mario Lazo Villareal: Egresado de la Escuela de Arquitectura de la UNAM y de la Central School of Art and Design en Londres. Fundador de UNIDAD DISEÑO, taller multidisciplinario donde ejerció la Arquitectura y el Diseño.
Su extensa labor, abarcó desarrollos turísticos en las costas mexicanas, proyectos residenciales, de educación, industriales y culturales. Por su destacada trayectoria, recibió el honor de impartir la “Cátedra Extraordinaria Federico Mariscal” en año 2005.
La Arq. Cecilia González Flores habla sobre cómo fue trabajar al lado del Arq. Mario Lazo por más de 25 años y comparte un punto de vista único sobre su visión y vida.
Presentamos esta entrevista a manera de homenaje por el reciente fallecimiento de este gran paisajista.
¿Cómo describirías el trabajo de Unidad Diseño y sus valores?
En Unidad Diseño inmediatamente percibí: algo parecido a un dejo de estabilidad, experiencia y serenidad, combinado con un sentido de novedad y frescura.
Los materiales y la calidad espacial de la oficina misma transmiten esas sensaciones: al zaguán envuelto en un gran dosel de bambúes, el vestíbulo y la escalera a doble altura con las maquetas de madera, los muebles y techos amplios de madera, la sala de juntas siempre tapizada de proyectos continuamente cambiantes.
Respecto a la dinámica de trabajo, fue evidente la confianza de Mario Lazo en su equipo, y siempre ha habido un cuidadoso equilibrio entre el desempeño y la coordinación de los colegas; de ahí surge la efectividad y productividad de la oficina.
Desde un principio, me pareció verdaderamente impresionante la calidad de las entregas: la impecabilidad de las maquetas, la pulcritud de las láminas de presentación, el rigor de los planos ejecutivos, pero sobre todo, la calidad y la soltura de los dibujos.
¿Cuál era el método de diseño de Mario? ¿Qué hábitos de trabajo tenía?
Para Mario, el primer componente esencial en este ejercer del oficio, sin el que su práctica perdería sentido, eran los viajes.
Algo que, quizás un ajeno a esta profesión podría pensar es: ¿de verdad el oficio de la Arquitectura te lleva a lugares maravillosos? La respuesta es que, para bien o para mal, así es. Para Mario Lazo, la arquitectura debe procurar “espacios ambientales para recibir espacios habitables”.
Visitar el sitio, recorrerlo, vivirlo, sentirlo, leerlo e interpretarlo, fue para él, una actividad íntimamente relacionada con el croquis de primer impulso.
Pocos dibujan la naturaleza como Mario. En sus croquis de vegetación, siempre hay múltiples planos: luces y sombras, vacíos y llenos, texturas y tonalidades.
Posteriormente, ya en el taller, nos proponía hacer una repentina, a manera de encerrona en la sala de juntas, en la que, primero de manera individual y posteriormente colectiva, a través de croquis y croquis, se diera con un partido acertado para ese proyecto en especial.
Guardo en mi corazón el recorrido que hicimos: seguirlo en su caminar… En este viaje me enseñó que más allá de un sitio… ¡Hay Vida!
¿Cuáles crees que han sido sus mayores aportaciones en el ramo de la arquitectura del paisaje mexicano?
De Mario Lazo se aprende, y yo aprendí. Se aprende a respetar al sitio, a respetar a la naturaleza y sus leyes. Se aprende que una parota (Enterolobium cyclocarpun) es diferente a un amate (Ficus insipida), y que la flor de mayo (Plumeria rubra) es diferente al papelillo (Bougainvillea glabra).
Se aprende que el color blanco tiene más de doscientas tonalidades, y que nuestro cuerpo físico es el mejor escalímetro. Se aprende que además de plantas hay piedras, sol, luz y amigos, gente que se reúne y ocupa nuestros espacios.
Se aprende que la Arquitectura es oficio pero también negocio, es experiencia, es vida y partes de vidas que se entrelazan. Se aprende de la simpleza en la belleza y en la vida misma.
Arq. Cecilia González Flores
cgonzales@unidad-diseño.com
UNIDAD DISEÑO S.C.
Real de San Lucas 16, Col. Barrio San Lucas, D.F. 04030
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