Paisaje ferroviario en Colombia

Fotografía: Lina María Rosales

Propuesta de valoración del patrimonio industrial del antiguo sistema férreo.

Colombia antes del ferrocarril era un país de regiones separadas por una topografía accidentada que formaba barreras geográficas. Regiones diversas como las tres cordilleras que derivan de los Andes, los valles que se forman entre ellas, las dos costas Atlántica y Pacífica, el amazonas y los llanos, todas regiones con características y ecosistemas muy diferentes en donde se formaron culturas disímiles y separadas unas de las otras.

Antigua estación en Bosa, Bogotá
Fotografía: Lina María Rosales S.

La actividad férrea en el país tuvo su apogeo por aproximadamente 100 años en los cuales muchas personas tuvieron la posibilidad de conocer otras regiones y diversos paisajes gracias a este medio de transporte. El ferrocarril permitió la unión del territorio Colombiano, el intercambio cultural, la apertura económica y con ello abrió las puertas a un desarrollo del territorio proyectando una visión de progreso para el país.

Al terminar el flujo ferroviario de pasajeros y la disminución de carga, muchas de las estructuras que fueron parte del sistema entraron en rápido deterioro. A pesar de ello, la memoria colectiva asociada al ferrocarril se ha mantenido a través de los años en quienes tuvieron la oportunidad de viajar en este medio de transporte y en quienes trabajaron en el sistema férreo, los que se llaman a sí mismos “los ferroviarios”, quienes a pesar de la culminación del sistema han podido agruparse y mantener una identidad colectiva fortalecida a través de los años en torno al ferrocarril.

Puente el cruce, Cundinamarca
Fotografía: Lina María Rosales S.

El sistema férreo en Colombia dejó vestigios tanto materiales como inmateriales. Son numerosas las historias relatadas a través de la literatura, la poesía, la música y la pintura relacionadas con el ferrocarril, además todavía se pueden observar vestigios materiales a lo largo del territorio Colombiano, como las estaciones de pasajeros, los tanques, túneles, puentes, talleres, rieles, entre otros, que son testigos de un pasado industrial de progreso. Estos elementos tangibles e intangibles alimentan la memoria colectiva en torno a este importante patrimonio industrial.

Antigua estación de pasajeros en Namay, Ferrocarril de Cundinamarca.
Fotografía: Lina María Rosales S.

El sistema ferroviario y los elementos que hacen parte de este sistema no pueden ser comprendidos como algo aislado del territorio, el ferrocarril y el paisaje tienen una profunda conexión vista no sólo a partir de la infraestructura que interviene el paisaje y crea nuevos escenarios, sino desde el observador, quién puede vivir el paisaje a través del viaje en el tren. Las sensaciones y emociones que envuelven al observador cuando ve el paisaje, demuestra que éste va más allá de la materialidad y es capaz de vincular de una manera más profunda al ser humano con su entorno.

Antiguo muelle por donde transitaba el
ferrocarril hacia los barcos. Puerto Colombia, Atlántico.
Fotografía: Lina María Rosales

La actividad ferroviaria también propició el crecimiento y creación de pueblos y ciudades, lo cual significó una transformación importante del paisaje en muchos lugares del país, pero estos cambios no sólo fueron a nivel físico y ambiental, también a nivel social, cultural, económico y político.

“El ferrocarril ha sido fundamental en la conformación de paisajes culturales evolutivos .”

Rieles y tanque en Dindal, Ferrocarril de Cundinamarca
Fotografía: Lina María Rosales S.

En Colombia, estuvo directamente asociado a los paisajes productivos, el aumento de la producción agrícola y su economía fue directamente proporcional al desarrollo del ferrocarril en el país. La actividad ferroviaria promovió la exportación de productos que serían fundamentales para la economía colombiana como el café y el banano.

En torno al patrimonio ferroviario y a su relación con el paisaje realicé una investigación que concluía en una propuesta de valoración de este patrimonio industrial, valorizándolo como sistema a partir de la reutilización de las estaciones de pasajeros y otros inmuebles asociados, como espacios para la integración de las comunidades respondiendo a sus necesidades, ya sean como espacios para reuniones de juntas comunales o áreas para talleres y formación, además de asignar una zona dentro de estos inmuebles para la exposición de la historia del ferrocarril y su importancia en la conformación del paisaje de cada región. La propuesta incluye exposiciones itinerantes que divulguen la gran cantidad de elementos materiales e inmateriales que se asocian al sistema ferroviario.

Antigua estación de pasajeros de Sasaima
Fotografía: Lina María Rosales S.