JARDIN DE SIETE MOMENTOS (Ticino, Suiza)
Fotografía: Federico De Molfetta
Diseño paisajístico que esta dividido en siete momentos entrelazados, pero que al mismo tiempo son espacios distintos. El jardín define zonas clave dentro de la propiedad, las cuales se caracterizan por las condiciones topográficas, la exposición al sol y al viento, y la complejidad de la vegetación.
Cada momento es un lugar específico, íntimamente conectado con el paisaje circundante a través de vistas o senderos.
El primer momento se localiza a los alrededores inmediatos de la casa, los cuales están definidos por un jardín inclinado que conecta el piso de la entrada con las áreas de terrazas más bajas.
El segundo momento es un pasaje secreto de bambú, en donde el visitante camina a traves de un frondoso eje con juego de luces y con el sonido del agua procedente del goteo de una fuente de roca localizada al final del sendero.
El tercero es un borde arbustivo perenne de estilo mediterráneo que une el muro negro ubicado en el borde de la propiedad, con el campo inferior a través de una rampa cubierta de hierba.
El cuarto momento se celebra con una amplia variedad de herbáceas y de plantas con floración perenne de bajo mantenimiento que responden a los cambios de las estaciones.
El quinto momento se dedica al cultivo de árboles frutales que se encuentran en terrazas con superficie de pradera espontánea, las cuales formaron parte de un viñedo.
El sexto momento es uno de placer, se siente y se vive bajo una pérgola en donde se percibe el olor del perfume del jazmín y glicina, es un refugio a la sombra junto a la piscina.
El séptimo momento está dedicado a la contemplación que ofrece una vista específica del lago y de las montañas a la distancia.
El tiempo es el protagonista, y solamente al llegar a este punto al final del camino, se puede encontrar una razón para hacer una pausa y, quizá, meditar.
El proyecto introduce un nuevo concepto de «área silvestre domesticada» a la región, tradicionalmente caracterizada por jardines estáticos que se han mantenido indecisos durante décadas entre el pintoresco territorio alpino y el exótico paisaje mediterráneo.
Para romper con la repetición de este patrón similar a una tarjeta postal, el proyecto paisajístico de este sitio presenta una combinación seleccionada de arbustos y pastos nativos y no nativos, que logran unir el volumen arquitectónico al terreno en pendiente.
El resultado es una mezcla de vegetación y topografía que permite una vivienda compleja del jardín y una percepción más dinámica del paisaje circundante.