El Papel del Jardín Vertical en la Recuperación de las Ciudades
Cuando escuchamos las palabras “jardines verticales” nos trae imágenes de paredes altas cubiertas de vegetación de distintas especies y usualmente construidas por sistemas prefabricados, generalmente ubicados en un espacio público, en fachadas de edificios o incluso sobre columnas en vialidades. Y aunque usualmente estos espacios suelen ser muy agradables a la vista debido a sus colores, movimiento e incluso la originalidad al transformarlos en elementos escultóricos, entendemos también que su función es más contemplativa, y que la interacción con el usuario es poco frecuente y su mantenimiento es sistémico.
Por otro lado, los jardines constituidos en terrazas, patios, balcones o simplemente al pie de las ventanas dentro de los departamentos de edificios y que pueden ser fácilmente observados desde la calle a nivel peatón, también forman parte de este término debido a que en conjunto forman manchas verdes verticales dentro de las ciudades.
Algunos de estos ejemplos son diseños preestablecidos, es decir, son espacios recreados desde la planeación del edificio y que le dan una apariencia homogénea, sin embargo, la huella humana es innegable y con el tiempo comienza a tener cada espacio su propio carácter lo que le da diversidad al paisaje de la ciudad.
La curiosidad de crear dichos espacios comúnmente nace de la necesidad de tener un elemento natural en el hogar, y en las ciudades grandes donde los espacios de vivienda son reducidos además de tener poco acceso a los espacios públicos como jardines o parques por razones de lejanía, seguridad, entre otros; recrear estos ambientes a escala dentro de la casa se vuelve indispensable ya que el contacto con la naturaleza nos proporciona bienestar y eleva la calidad de vida.
Durante la pandemia, al verse aún más limitadas las visitas a los espacios al aire libre, las consecuencias en la sociedad pueden ser varias, entre ellas la depresión, debido al aislamiento y encierro, además de una rutina monótona.
Estas son algunas de las razones por las cuales durante la cuarentena se vio un incremento de los jardines en casa o jardines verticales convirtiendo la decoración de cualquier espacio con plantas así como la jardinería misma en una especie de terapia y desfogue del estrés.
El contacto directo y diario con plantas del hogar ha sido un recurso muy noble que muchas personas han optado para mantener el buen estado de ánimo durante la cuarentena, además de generar una nueva rutina que sustituye en cierta medida el salir al espacio abierto ya que puedes tener contacto con la naturaleza desde tu hogar, igualmente dicha práctica genera un vínculo con nuestras plantas el cual puede prevalecer incluso concluida la cuarentena.
En conclusión, pequeñas acciones que nos salvan de la cotidianidad y a veces aburrimiento de la pandemia, puede crear grandes impactos como es el incremento espacios verdes que en conjunto le dan una nueva vista al paisaje urbano así como una visión más valorada hacia la naturaleza y los espacios verdes.