El Manglar: Caracterización y servicios ambientales

Los humedales costeros, en particular los manglares, son ecosistemas de gran importancia ecológica que brindan una gran variedad de servicios ambientales.

Están considerados como zonas de alimentación, refugio y crecimiento de especies de flora y fauna silvestre; actúan como sistemas naturales de control de inundaciones, barreras contra huracanes, controlan la erosión protegiendo las costas y mejoran la calidad del agua actuando como filtros biológicos. Tienen un alto valor estético, recreativo y de investigación.

A pesar de su importancia, su extensión a nivel mundial se ha reducido considerablemente. En México los manglares se han visto afectados principalmente por el impacto directo e indirecto de las actividades agrícolas, ganaderas, acuícolas, urbanas y turísticas. 

Con el fin de contar con información puntual y veraz acerca de este tema, el Dr. Eduardo Batllori Sampedro nos presenta en este artículo las características generales y los datos más representativos de este sistema ecológico.

Con impresionante precisión realiza una descripción detallada del ecosistema de manglares, describe las características y tendencias evolutivas del paisaje costero, los tipos y variedades de comunidades de manglar, las diferentes estructuras físicas donde se encuentran, las especies de mangles más representativas y la productividad de cada una de ellas, así como los principales factores que han causado su deterioro.

Se trata pues, de un escrito riguroso que nos permite adentrarnos en el conocimiento y la comprensión de este ecosistema, vital para la subsistencia y conservación de los territorios y especies de flora y fauna de México y del mundo. Por Ivonne Walls

Fotografía: Patricia Catón

Según el estudio Manglares de México, publicado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad en el año 2009 1, la Península de Yucatán contiene el 55 % de la extensión total de manglares en México con 423,751 ha, de las cuales el estado de Yucatán ocupa 99,640 ha, en su mayoría protegidas por decretos federales y estatales.

En la Península de Yucatán, los manglares son hábitat para numerosas especies de animales como el cocodrilo, el manatí y muchas especies de aves acuáticas como el flamenco rosa, el gaytán, el pelícano, la chocolatera, el ibis blanco y varias especies de garzas. Algunas de éstas son consideradas como especies en peligro de extinción o amenazadas.

De igual forma, para muchas especies de peces e invertebrados de valor comercial, los manglares son importantes como zonas de cría; en este grupo están la langosta, el camarón y el pargo.

Ciénaga de sisal inundada / Fotografía: Ygnacio Rivero

Tomando como base el ambiente geológico, el régimen climático y sus características hidrológicas e hidrogeológicas, así como la poca variedad de los suelos existentes, las formaciones vegetales y aquellos factores antropogénicos 2 que influyen y determinan las características actuales y las tendencias evolutivas del gran paisaje costero, se logran distinguir 5 subtipos de paisajes principales:

  • Litoral costero que incluye la plataforma marina con vegetación de pastos marinos y macroalgas.
  • Las playas y la barra arenosa, con vegetación de duna costera.
  • Pantano que incluye las lagunas costeras y las ciénagas estacionalmente inundadas, asociadas a pastizales, con vegetación dominante de manglar. 
  • Sabanas y selvas medianas inundables con tulares y vegetación acuática. 
  • Selvas bajas caducifolias con presencia de cactáceas. 

Fotografía: Ygnacio Rivero

 

Rhizophora mangle / Progreso, Yucatán.
Fotografía: Molino Lab.

Laguncularia racemosa

 

En particular los mangles son especies de árboles tropicales que se distinguen por ser vivíparos, por tolerar altos niveles de salinidad, por presentar raíces aéreas y por su dispersión a través de las corrientes de agua.

En la península de Yucatán hay tres especies de mangles: Rhizophora mangle, Avicennia germinans y Laguncularia racemosa. Por lo general se incluye a Conocarpus erecta, que aunque no posee las características de las especies anteriores, se encuentra muy asociado a ellas. 

 

Furto y flor de Rhizophora mangle. Progreso, Yucatán. Fotografía: Molino Lab

Flor de Avicennia germinans. El Palmar,Yucatán Fotografía: Ygnacio Rivero

 

Existe una gran variedad de comunidades de manglar, debido a la capacidad que poseen las especies que las constituyen para desarrollarse en ambientes de condiciones hidrológicas y edáficas 3 muy diversas.

De acuerdo con Lugo y Snedaker 4, las comunidades pueden ser:

Manglar de franja.

Marino, expuestos a mar abierto y, lagunar, bordeando los litorales de las lagunas.

Fotografía: Ygnacio Rivero

 

Manglar de tierra adentro. 

Asociado a cenotes5 y rejolladas6. Se desarrolla con presencia de agua dulce, desvinculado por completo de la influencia marina y rodeado de selva baja (como en el caso del Rancho Kaná, a 30 km de Celestún), o asociado a lagunas continentales (como en Chichankanab, Quintana Roo).

 

Manglar ribereño. 

Esta comunidad no se encuentra en el estado de Yucatán, pero es posible encontrarlo en Champotón (Campeche) y Río Hondo (Quintana Roo). Se encuentra en las planicies de inundación asociadas a ríos, y están influenciados por los efectos de la marea.

Fotografía: Oscar David Chan Ramírez

 

Manglar de Peten. 

Presentan características muy propias de suelo, hidrología y topografía. Son como islas de vegetación, en la costa norte y occidental de Yucatán con afloramientos de agua dulce.

Fotografía: Ygnacio Rivero

Manglar de cuenca.

Existen diferentes clases, ver la tabla inferior.

Ilustración: Bettina Vargas

Por otra parte, el ecosistema de manglar en Yucatán, es decir la unidad hidrológica en la cual se desarrollan las comunidades de manglar, está regulado por la coincidencia entre las formas topohidrológicas con las de ciertas zonas geológicas.

Estas estructuras hidrogeomorfológicas, en el caso de la península de Yucatán, se refieren a:

  • Efecto confinante del acuífero, acuitardo cárstico costero.
  • Corredores hidráulicos. Anillo de cenotes; Fracturas de Holbox y las asociadas al Río Hondo; zonas de disolución asociadas a caletas en el corredor Tulúm – Cancún.
  • Estructura de contención; Isla de barrera, dunas costeras y playas.
  • Depresiones almacenadoras. Lagunas costeras y ciénagas.

Fotografía: Molino Lab

El desarrollo turístico y urbano del estado de Yucatán, durante los últimos 30 años, ha tenido un efecto negativo sobre el estado de conservación de los manglares.

Las carreteras construidas sin considerar los flujos de agua que alimentan a los manglares, la construcción de dársenas y puertos, el desarrollo urbano, la ganadería, así como los fenómenos naturales como huracanes, han dañado y/o destruido, en ocasiones de manera irreversible, estos hábitats en algunos sitios de Yucatán.

La protección que pueden brindar estas áreas, especialmente en caso de catástrofes naturales, así como el hecho de que constituyen el hábitat para numerosas especies de animales, así como su contribución a la productividad biológica de la zona costera, son razones suficientes para promover su protección y conservación.

 

 

Literatura consultada:

1  CONABIO, Manglares de México: Extensión y distribución (México: Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, 2009), 100. 

2  Causados por actividades del ser humano

3  Condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo

4  Ariel E. Lugo y Samuel C. Snedaker, “The ecology of mangroves,” Annual Review of Ecology and Systematics 5 (1974): 39-64.

5  Cenote, del maya Dzonot, el término científico es dolinas. Cavidades subterráneas producto de la meteorización o disolución de la piedra, fenómeno también denominado “karst”.

6  Rejolladas, cavidades similares al cenote, con suelos fértiles.